Columna Visión Juvenil
Por: Manuel Borbón

La ley sí es la ley, salvo que no me beneficie. Tal parece que esta frase le queda como anillo al dedo a quienes desde partidos políticos de oposición han comenzado una campaña mediática en contra de la coalición “Juntos Haremos Historia” integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, argumentando que, según sus cálculos, dicha coalición cuenta con una sobrerrepresentación que les impide llevar con equilibrios los trabajos en la Cámara de Diputados.

Pero bien, comencemos por entender de qué hablan quienes se refieren a este término. La sobrerrepresentación no es otra cosa más que el hecho de que un partido político cuente con una cantidad mayor en el número de diputados a la obtenida en votos, lo cual, según quienes motivaron dicho término en el artículo 54 de nuestra constitución, genera modelos parlamentarios autoritarios que impiden el diálogo y la correcta toma de decisiones, diciendo expresamente lo siguiente: “En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida”.

El enredo comienza cuando quienes argumentan en contra de Morena y su coalición, dicen sentirse agraviados por una sobrerrepresentación de dicha coalición que ronda el 20% de más diputados que el número de votos obtenidos, por lo cual, según ellos, se debe aplicar la ley interpretando a modo de que, en lugar de partidos políticos como lo expresa el artículo 54, sea tomada en cuenta como coaliciones, lo cual, obligaría a que, en las diputaciones plurinominales le sean entregados un mayor número de escaños a los partidos de oposición con el fin de nivelar la balanza.

Empero, lo anterior no es del todo correcto, ya que, lo que expresamente dice la ley es aplicable solamente a partidos políticos como entes autónomos, por lo cual, el número de diputados asignados a la coalición de Morena obedece estrictamente a lo que actualmente dice la ley, asimismo, es preciso comentar que, en México vivimos en una democracia representativa por distritos federales en el caso de la Cámara de Diputados, por lo que, el mérito de los candidatos es el ganar legítimamente elecciones en sus distritos correspondientes, lo cual, les brinda la representación de quienes por uno o miles de votos, fueron electos mayoritariamente por el ciudadano. Sin embargo, a partir de las reformas llevadas a cabo en la década de los años setenta donde se incorporó la figura de diputados plurinominales o también conocidos como de partido, los cuales fueron creados con la finalidad de dar voz a quienes, aún sin ganar distritos uninominales, contaban con votaciones significativas por lo cual, tendrían el derecho de contar con representantes en el Congreso de la Unión, lo cual, en ningún momento quiere decir, como ahora lo plantea la oposición que, deberían de dejar de existir el mérito a la elección representativa para dar a paso a listas de plurinominales que, en estricto sentido a como lo piden, se le debería de otorgar en la Cámara de Diputados el mismo porcentaje de diputados a los votos obtenidos, lo que significa que ya no existirían candidatos distritales sino más bien listas de diputados que entrarían dependiendo el porcentaje de votos emitidos para cada partido.

De igual forma, es preciso comentar que, en el pasado, tanto para los casos del PRI como del PAN, la figura de la sobrerrepresentación ha existido, siendo está visible en el caso del partido blanquiazul en las elecciones federales de 2006 donde obtuvieron el 34% de los votos y el 41% de los diputados y, en 2021 donde lograron el 18% de los votos y se les asignó el 22% de los diputados. Mismo caso con el PRI, ya que, en las elecciones de 2012 y 2015, en ambos casos en coalición con el PVEM, obtuvieron respectivamente el 39% de los votos y el 48% de los diputados y, en 2015 el 38% de los votos y el 50% de los diputados.

Como podemos observar, este falso dilema que se propone instaurar no es más que un acto para tratar de imponer agenda que no pasará de ahí, por lo cual, tomar en serio proyectos como la Reforma Política propuesta por López Obrador en la que se eliminan los diputados plurinominales y se realizan elecciones por listas (como actualmente propone la oposición), o, la de simplemente reformar el artículo 54 y agregar la figura de coaliciones, serán tarea crucial para quienes habrán de representar el sentir ciudadano en la próxima legislatura.

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