Una vez más la promesa de tener un Cajeme digno y próspero se ha quedado en el tintero y, poco a poco, junto conforme el fin del año en curso, la esperanza se ha ido esfumando quedando lejano el Cajeme de antaño en el que, como versa la canción, hasta el más rico gastaba su tostón.

No fueron pocas las voces que se alzaron para hacer de conocimiento de propios y extraños la molestia causada por la reciente publicación del Presupuesto de Egresos 2023, en el que, una vez más, el municipio de Cajeme fue tratado como el patio trasero de Sonora, sin que ninguna autoridad electa haya metido, tan siquiera un poco las manos para tratar de retomar el rumbo desastroso que lleva nuestro municipio, asignando en dicho documento una cantidad escasa de recursos para hacer frente a las problemáticas de la región.

No es un secreto para nadie que, durante los últimos diez años el municipio de Cajeme ha perdido la brújula en prácticamente todo sentido, obteniendo deshonrosos primeros lugares en temas como inseguridad, suciedad, baches, incompetitividad económica, desempleo, entre muchos otros, por lo tanto, cualquier gobernante o funcionario con una mínima cantidad de amor por su municipio y sentido de la responsabilidad, debería de tener como prioridad la justa asignación de los recursos económicos suficientes como para dotar al municipio de herramientas, infraestructura y capital humano suficiente para hacer frente a la grave crisis que atraviesa el otrora “Granero de México”. Sin embargo, la política mexicana nunca deja de sorprendernos, ya que, tal como si fuera una broma de mal gusto, el municipio de Cajeme recibirá en 2023 un total de 71 millones pesos asignados en el Presupuesto del Estado de Sonora, lo que en términos reales, comprende poco más del 9% del presupuesto total para la entidad, en contraste con municipios como Hermosillo quienes recibirán más del doble de presupuesto, significando una inversión aproximada de 258 pesos por habitante, mucho más de los 111 pesos que recibirán los habitantes de Cajeme en promedio. Empero, eso no lo es todo, porque si revisamos a detalle el documento de Presupuesto, nos podremos dar cuenta que, municipios con menor cantidad de habitantes como lo son Navojoa y Guaymas, recibirán cantidades mayores de presupuesto a la que recibirá Cajeme en 2023, dejando a un lado al casi medio millón de habitantes que, no piden quitarle a otros para hacerse de recursos, simple y sencillamente piden ser tratados con dignidad y justicia, debido a que, tal como parece olvidarse a las autoridades, la entidad se compone por el conjunto de sus municipios en el que, no es conveniente para nadie que una de sus partes se vea relegada en la senda del progreso económico.

Evidentemente, las prioridades para los gobernantes durante los últimos años han estado alejadas de la realidad Cajemense, un municipio con serias deficiencias en un sinfín de aspectos, una vez más quedará relegado en el sector económico y social esperando el día en que se haga justicia a una sociedad olvidada e irritada.

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