Palabra de mujer


En el 60 aniversario de las fiestas de nuestra señora de Santa Ana, el viento y la lluvia jugaron con nuestros sentidos, el objetivo era la muestra gastronómica, que dejen les cuento … los aromas que emanaban mientras se instalaban eran en verdad increíbles, ese aroma mezclado con la lluvia y el viento me hizo recordar las mañanas frescas y la paz que te da el reafirmar tu esencia y el dulce aroma del recuerdo, siempre es bueno regresar a casa cuando un grupo de personas tan trabajadoras y optimistas como el equipo del ayuntamiento se empeñan en dar siempre lo mejor, caminamos por la plaza tomando algunas fotografías mientras un ligero viento acompañado de unas pequeñas gotas de lluvia nos hacían compañía, el viento comenzó con mayor intensidad y comenzaron a volar las sillas, mi amiga Elsa y Martha corrieron a refugiarse en el auditorio de la iglesia lo vi de repente tan lleno de gente que decidí quedarme con las chicas del programa “YO ESTUVE AQUÍ” nos enredamos en una lona debajo de las carpas con la intención de que pronto pasara la ligera tormenta a lo lejos veo a Daniel Luna él es excelente fotógrafo, camarógrafo y hacedor de contenidos, es tan bueno en su trabajo que aguanta muy seguido a Juan Ángel, por cierto en lo que seguíamos luchando con el viento y la lluvia no veíamos por ningún lado al chef, ¡perdimos al Juancho!… entre la mortificación y la risa yo veía la luz de varios celulares que documentaban toda la hazaña que estábamos viviendo. Volaban las tapaderas de las ollas tamaleras, canastas, los cuadros detenían el golpe del agua y un sin fin de cosas que volaban con el viento, por ejemplo, un alcalde agarrado de la carpa tratando de que no se volara. Yo solo, lo veía y pensaba… que no se lo vaya llevar el viento, al otro lado de la carpa estaba colgado el Monchi Manzanares quien vio pasar su gorra la cual quedo en manos de otro refugiado debajo de aquella carpa, no veo al Juan le decía varias veces a Daniel… no te preocupes de seguro anda comiendo, me decía él sumamente seguro… no creo debe estar debajo de alguna mesa protegiéndose del agua.

Después de un largo rato de viento y lluvia apareció el chef y pues bien decía Daniel el angelito andaba dentro de todas las ollas y cacerolas que se le atravesaron en el pueblo…. El vida mía disfruto de todo, fue su muestra gastronómica particular, era tanto el gozo y la adrenalina que su servidora se quitó los zapatos para caminar por las calles y disfrutar el agua que aun caía del cielo. María Jesús García nos regaló unas tazas preciosas donde cada mañana disfruto mi café. Esa noche nos retiramos de mi tierra santa con el corazón contento por el recibimiento y el inicio de los que serían unas buenas fiestas junto con la bendición de Dios al recibirnos con agua bendita del cielo. A veces no comprendemos que tan ricos somos hasta que prescindimos de las verdaderas joyas de la vida, Dios me dio una lección, ese día.
Si vamos a festejar que sea en grande, yo no había regresado a casa desde que fui a recoger al amor del alma mía (mi amá) agradezco la oportunidad de poner los pies en la tierra y en el agua en mi alma y corazón.
Con amor para el lugar donde están mis raíces ¡soy orgullosamente Santanense!

Carmen Palacios
Titular de la Comisión de Mujeres Industriales Canacintra Hermosillo