Columna «Desde el otro lado»
Por Luis Rodrigo Guzmán Viniegra
El escenario que se ve para México desde el extranjero no resulta tan alentador y se empieza a entender lo que las calificadoras pronosticaron hace un par de semanas: La actividad industrial cayó en términos anuales un 3% y la minería se contrajo 7% de acuerdo a los datos recién publicados del mes de octubre. Si bien los ingresos del gobierno alcanzarán los 7.5 billones de pesos, el gasto con el que se espera cerrar el año será de 9 billones, lo que significa un endeudamiento de 1.5 billones de pesos.
Después de los enormes endeudamientos en los que el país había caído el siglo pasado, se determinó, por ley, que el gobierno solo se podía endeudar si esa deuda era para pagar proyectos de inversión y no para proyectos sociales. Lo anterior se pensó porque, en teoría, las inversiones del gobierno podrían pagar cualquier deuda que se generara. El problema es que las inversiones que se han venido realizando desde el sexenio pasado no han generado utilidades y en contraparte han sido generadores de gasto adicional.
Todo este escenario es el que están viendo las calificadoras y se suma a un presupuesto para el 2025 con datos que parecen exageradamente positivos en un entorno económico desfavorable. Ya se anticipa desde la propia planeación un mayor endeudamiento y la presión sobre el producto interno bruto será aún mayor. Las calificadoras no están haciendo política, están usando los propios números del gobierno para prevenir a posibles inversionistas de la condición económica del país a corto y mediano plazo. No nos debe extrañar, con esta información, que lo que se veía como perspectiva sea la pérdida del grado de inversión para 2025.
En otra información, Donald Trump finalmente nominó al que sería, después de ser aprobado, el embajador de Estados Unidos en México, se trata de Ron Johnson, que, si bien fue embajador en El Salvador del 2019 al 2021, su perfil no es de diplomático. El futuro emisario de Trump fue miembro de las fuerzas especiales y posee una experiencia de más de 20 años como agente de inteligencia. El mensaje es claro, en México se necesita a alguien que pueda inmiscuirse más allá de la política y pueda ser un estratega que proporcione al presidente información directa del origen de la violencia, la migración y el narcotráfico.
Como todos los cierres de año, podemos esperar que la intensidad de anuncios y noticias se vaya reduciendo conforme se acercan las fiestas, pero definitivamente el arranque del 2025 estará cargado de intensidad con cambios repentinos y retos mayúsculos para ambos países. Como ciudadanos, nos queda mantener la atención en los datos duros y tomar decisiones de acuerdo a nuestra economía familiar, el año que viene puede ser de oportunidades para Estados Unidos, pero hay alto riesgo de desaceleración y recesión para México. La inflación seguirá haciendo presión a los precios de los insumos y el Banco de México sigue sin señales que pueden indicar un cambio de su política. Cuide su dinero y no gaste de más.
Agradezco su lectura y comentarios, yo los sigo leyendo… desde el otro lado.
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