Columna visión juvenil
Por: Manuel Borbón
La historia de la izquierda como la conocemos en la actualidad en nuestro país no cuenta, como en su caso la derecha, con una historia de liderazgos consecutivos que, de alguna u otra manera continuarán la lucha hasta nuestros tiempos, en contraste, más bien, la izquierda moderna en México ha sido una especie de “lucha por temporadas” con causas y liderazgos que con el paso del tiempo han ido evolucionando hasta llegar a lo que se es hoy en día, encabezada por el primer presidente emanado de un partido abiertamente de izquierda.
En México podemos decir que, el primer presidente de la época moderna con tintes explícitamente de izquierda fue Lázaro Cárdenas a quien se le recuerda por su lucha socialista en la educación y la expropiación petrolera, así como también, la atención a ejidos y pueblos originarios con el reparto agrario de más de 20 millones de hectáreas a un millón de campesinos, por lo cual, muchos le recuerdan como “Tata Lazaro”. Asimismo, años después, podría decirse que, el entonces presidente Luis Echeverria, quiso adoptar de alguna manera tintes izquierdistas en el país por medio de la dispersión masiva de apoyos gubernamentales que, en su mayoría, a la postre terminaron por fracasar.
La izquierda actual en nuestro país podría decirse que se fraguó el año de 1987, cuando justamente el hijo de Lázaro Cárdenas, Cuauhtémoc, generó la fisura más grande hasta ese momento en el que fuera el partido único en México, el PRI, con la salida de su persona acompañado de personajes del calado de Porfirio Muñoz Ledo, alegando falta de democracia interna en dicho partido para la selección del candidato presidencial de los comicios de 1988, por lo cual, lograron la unión de distintos partidos de izquierda como el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el Partido Popular Socialista y el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional en lo que se denominó Frente Democrático Nacional, postulando a Cuauhtémoc Cárdenas como su candidato presidencial. Derivado de ello, se fundó lo que hoy se conoce como Partido de la Revolución Democrática, el cual, ha tenido victorias importantes a través de su historia como en su momento la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, las gubernaturas de Chiapas, Michoacán, Tlaxcala, Zacatecas y Baja California Sur.
El PRD en nuestro país significó el único polo de izquierda por casi 3 décadas, en las cuales, solamente tuvo dos candidatos distintos en miras de la elección presidencial, es decir, tanto en las elecciones de 1988 de la mano del Frente Democrático, como en 1994 y en el año 2000, Cuauhtémoc Cárdenas abanderó como liderazgo principal los esfuerzos de la izquierda en nuestro país, para posteriormente dar paso a Andrés Manuel López Obrador quien venía de fungir como Jefe de Gobierno en el Distrito Federal para ser candidato en tres ocasiones: 2006, 2012 y, en 2018 de la mano de Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social.
Es debido a lo anterior que, ante la inminente candidatura y paso del “bastón de mando” a Claudia Sheinbaum, la izquierda en México tendrá relevó de liderazgo luego de más de cuatro décadas de historia en las que, solo un par de hombres han ejercido dicha posición por lo que, para Claudia, el hecho de ser nombrada candidata de la coalición Juntos Haremos Historia, representa además de la oportunidad de convertirse en la primera mujer presidenta de nuestro país, el reto de poner las bases de lo que será la izquierda en nuestro país para los años subsecuentes en caso de tener éxito en los próximos comicios del mes de junio.
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