Columna Visión Juvenil
Por: Manuel Borbón
Bien dicen que no hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue, en días recientes dieron comienzo de manera formal los comicios electorales en búsqueda de renovar la Presidencia de la República para el periodo de 2024 a 2030, por lo cual, las distintas fuerzas políticas han comenzado a afinar los detalles en la búsqueda de quedarse con la silla presidencial.
Es preciso comentar que, los tiempos legales son unos y, los tiempos políticos otros, ya que, a pesar de que el calendario electoral recién comienza, los aspirantes a ocupar la silla habían comenzado a principios del año en curso una andanada de acciones en búsqueda de posicionarse con la mayor antelación ante el electorado, motivados en gran medida por el fenómeno que parece haber llegado para quedarse desde el ascenso al poder de Morena en 2018, el cual, se basa en la “clasificación electoral” como la han nombrado diversos politólogos en la Unión Americana, refiriéndose al hecho de que, los ciudadanos han optado por elegir su voto con mucho tiempo de anticipación, por lo cual, los periodos tradicionales de campaña no terminan por mover de manera significativa la tendencia en la intención del voto. Es por lo anterior que, las tres fuerzas políticas en nuestro país han desplegado sus estrategias previo al comienzo formal.
En primera instancia, la candidata puntera, Claudia Sheinbaum junto con su partido Morena, han optado por seguir el “librito” que les llevó al poder en 2018, abrir su movimiento en búsqueda de llegar a nuevos sectores de la población con los que Morena se había distanciado en el ejercicio de gobierno, dando la apariencia de ser un partido mucho más moderado, es por eso que, a partir de su acceso al “bastón de mando” hemos visto cómo a lo largo y ancho del país ha ido sumando poco a poco a diversos actores que en el pasado pudieron tener posturas encontradas al proyecto de la cuarta transformación, hablamos del caso del ex diputado de Acción Nacional, Romel Pacheco, el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldivar, el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente y, por último, el polémico caso de la unión con el partido local de Jalisco, Futuro, encabezado por el joven Pedro Kumamoto quien se enfila para ganar una de las plazas más difíciles para Morena, el municipio de Zapopan, Jalisco. Asimismo, Morena ha realizado un gran despliegue propagandístico en materia de encuestas para generar entre la ciudadanía la percepción del triunfo que les permita mantenerla hasta el día de la elección.
En el caso de la alianza integrada por PAN, PRI y PRD, las cosas parecen comenzar a tomar de nuevo un rumbo, después de que el ascenso disruptivo de su aspirante Xóchitl Gálvez tomara por sorpresa a propios y extraños, los momentos difíciles posteriores a su designación parecen comenzar por disiparse al sumar a su campaña a personajes como el estratega en materia de comunicación Max Cortázar, y el ex Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, empero, la dificultad para ponerse de acuerdo entre los tres partidos en materia de las candidaturas locales, le ha generado contratiempos en el crucial avance que debería tener en la precampaña para ponerse en condiciones de competencia con la candidata puntera.
Por su parte, sin duda, el candidato más disruptivo y que, evidentemente está disfrutando más este proceso es el gobernador norteño Samuel García, quien, al igual que las antes mencionadas, solo que de la mano de la afamada simulación, comenzó su precampaña mucho antes de los tiempos establecidos gastando cantidades millonarias a través de redes sociales para posicionar a su persona, por lo cual, en caso de que logre concretar su candidatura, sus rivales cometerían un error al menospreciar los alcances que pudiese llegar a tener un candidato que conecta con el público joven.
Los tiempos electorales llegaron para quedarse hasta el próximo 2 de junio cuando sabremos en manos de quien estarán las riendas del poder de este país, sin duda, muchas historias están por contarse.
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