Por lo que pudimos apreciar durante el primer encuentro de este año con los periodistas de la Mesa Cancún, el alcalde caborquense Abraham David Mier Nogales es un político muy diferente a los que hemos visto en años anteriores y también en los más recientes.
No se trata, pues, de un demagogo a los que ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador califica como conservadores.
Tampoco es un «chairo» incondicional que defienda a ciegas la Cuarta Transformación (4T); ya que ni siquiera se refirió al tema durante dos horas de conversación.
Acompañado de la nómina mayor de su Gabinete (sus funcionarios de primer nivel, pues), el empresario y ahora presidente municipal contestó caaasi todo lo que se le preguntó; ya sea sobre la inseguridad pública, servicios que presta el Ayuntamiento, promoción del deporte y muchas cosas que han sucedido en Caborca en los últimos años.
Por principio de cuentas -y lo que llamó más la atención-, fue la afirmación de que en «La Perla del Desierto» ya no hay líderes del crimen organizado que históricamente se habían asentado en el lugar.
Obvio, al escuchar esta versión los periodistas liderados por el empresario Carlos Rodríguez Pérez (que estuvo ausente por una consulta médica y cuya moderación la hizo el veterano periodista Armando Fava), nos quedamos sumamente sorprendidos; por lo que un servidor le pidió que repitiera lo antes dicho.
A lo cual, efectivamente, en breves palabras respondió que «ya no hay narco famoso que viva en Caborca», expresó, «porque ha habido muchas detenciones».
En relación a ese tipo de actividades, aclaró que los autos quemados hace días en Caborca, no tienen nada qué ver con la detención de Ovidio Guzmán en las cercanías a Culiacán, Sinaloa.
Resultaba natural, también, que al popular «Cubano» se le preguntara sobre una sugerencia que hizo hace algunas semanas a los padres de familia de Caborca, en el sentido de que, los jóvenes que presuntamente trajeran broncas con el narcotráfico, era preferible que mejor se fueran de la ciudad a otro lado.
Desde ese punto, el también basquetbolista amateur simplemente se fue yendo en la conversación con otros temas de manera muy sutil… hasta que finalmente evadió la respuesta.
Toda vez que en su momento más crítico -cuando no tenía un argumento que lo sacara del hoyo-, le hicieron una pausa para escuchar al oído una sugerencia y al volver a la plática, dio por terminado el turno del periodista preguntón.
Uno de los temas que abordó, donde mostró su lado humano y de valores, es cuando se refirió al papel de su mamá y su extensa trayectoria de 68 años como educadora y 89 de edad.
Igualmente se manifestó orgulloso de sus raíces y su apodo, por ser hijo de un cubano, quien le enseñó muchas de las actividades que realiza al lado de su familia, amigos y ahora a favor de sus paisanos caborquenses.
Aunque no dijeron cuál era el motivo, fue notoria la ausencia del director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Caborca, puesto que según el portal oficial lo detenta Miguel Angel Juárez García.
Notoria ausencia, reitero, por las acciones de gobierno presentadas a través de un power point y en donde se clarifica el trabajo hecho por alrededor de 15 meses al frente de la Administración Municipal.
Derivado de la deficiente política de comunicación que se ejerce en el edificio de Obregón y Quiroz y Mora, el «Cubano» Mier reconoció que «ahí sí nos falló»; ya que debido a una comparación hecha por los propios periodistas ahí presentes, en Caborca también se han hecho cosas muy buenas.
Al igual que en Hermosillo con Antonio Astiazarán y en Empalme con Luis Fuentes.
Por darles solo dos ejemplos.
Respecto a las obras, inversiones, promoción del empleo, programas sociales, apoyos al deporte y todo lo hecho en poco más de un año, discúlpenme no ofrecerles más detalles; ya que el director de Oomapas, Mario Enrique López Espinoza, no me envió la información con la que se había comprometido.
Lo que sí pudimos preguntar y que nos contestara el propio alcalde Mier Nogales, fue sobre las peticiones más sentidas que recibió en la campana y de las cuales ha podido cumplir en su mayor parte, como es el caso del suministro de agua las 24 horas y la recolección oportuna de la basura.
Al preguntarle un servidor sobre la imposición de seguir pagando la cara caseta del Ocuca o la posibilidad de gestionar un descuento o su exención, me respondió que eso no les compete como Ayuntamiento.
Quizá su respuesta está basada en que a él no le afecta mucho el pago, ya que tiene recursos para solventarlo; por lo que sería bueno preguntarle al resto de las personas de Caborca, considerando que en ese municipio vive la mayoría de los usuarios de la caseta.
Pero bueno.
No tenía el gusto de conocer al «Cubano» y vaya que me sorprendí por la forma tan natural de responder; ya que se trata de un tipo aventado que no tarda mucho tiempo en emitir sus respuestas, aunque en algunas de ellas la gente no esté de acuerdo o causen sorpresa.
- En las redes sociales le han tirado mucha grilla porque dicen que usted no quiere apoyar a los Rojos de Caborca para jugar beisbol profesional.
Le pregunté más o menos con esas palabras.
- ¿Cómo los vamos a apoyar si al estadio meten cuando mucho 50 aficionados a ver los juegos y luego los peloteros se la pasan borrachos. Por eso mejor preferimos apoyar al deporte amateur en los viajes y participaciones de torneos estatales y nacionales.
Pues de esa manera, y a grandes rasgos, fue el encuentro con Abraham David Mier Nogales, presidente municipal de Caborca que se siente muy orgullo, primero, de haber apoyado a otros políticos en sus proyectos electorales.
Y posteriormente, ya contando con la amistad del doctor Alfonso Durazo Montaño, se lanzó en el 2018 por la suplencia de la Diputación Federal del Distrito I y cuyo titular fue el sanluisino Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo.
Pero como Alcalde, el «Cubano» agradece el apoyo financiero del Gobernador. Tal es el caso de los 71 millones de pesos que servirán para mejorar el pavimento de las calles de Caborca, las cuales apenas cuentan con un 40% de asfalto.
Todo eso, piensa nuestro entrevistado, le servirán para posibles proyectos políticos.
- ¿Se va a reelegir?
Le pregunté.
- «Si las bases se encaprichan, ¡sí!».