AMLO se solidariza con Pedro Castillo y atribuye su destitución a la presión de “los intereses de las élites económicas y políticas”
El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó este miércoles la destitución de su par en Perú, Pedro Castillo, y atribuyó estos hechos a “intereses de las élites económicas y políticas”.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario llamó al respeto de los derechos humanos y a la estabilidad democrática en beneficio de los peruanos. 
López Obrador también afirmó que México se apegará a los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos. 
“Consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución”, escribió en su Twitter. 
El mandatario mexicano tenía programado viajar a Perú en los próximos días para asistir a la cumbre de la Alianza del Pacífico, sin embargo, el encuentro fue suspendido.
En su conferencia matutina de este miércoles, López Obrador aseguró que consideraba viajar a este país en una aerolínea comercial.
Y explicó que planeaba viajar a Perú el 13 de diciembre y regresar al día siguiente en la tarde-noche.
La cumbre de la Alianza del Pacífico primero se tenía prevista para celebrarse en México, sin embargo, el Congreso de Perú no le permitió a Pedro Castillo que viajara para esta reunión y se acordó trasladarla Lima.
Este miércoles, Pedro Castillo fue destituido por el Congreso de Perú al avalar una moción de vacancia por incapacidad moral.
Castillo había decidido hoy disolver el Congreso e instalar un gobierno de emergencia, cuando los legisladores se disponían a votar el nuevo pedido de destitución.

La Policía Nacional de Perú detuvo este miércoles a Pedro Castillo mientras viajaba en un vehículo y lo trasladó a la prefectura de Lima.
El Congreso peruano votó a favor de una moción de vacancia por incapacidad moral para Pedro Castillo, con lo que fue destituido de la presidencia de Perú.
La moción de vacancia fue aprobada con los votos de 101 congresistas a favor, seis en contra y diez abstenciones, y será sucedido en el Ejecutivo por su vicepresidenta, Dina Boluarte.
La votación se produjo horas después de que Castillo disolviera el Congreso en una maniobra que varios actores consideraron un intento de golpe de Estado y que fue incluso criticada por algunos de sus propios funcionarios.
Antes de la destitución Pedro Castillo negó el martes ser “corrupto” en dos actividades públicas.
Arremetió contra los opositores por ir en busca de una prueba directa contra él.
“Quieren encontrar un mensaje donde diga ‘usted va a ser ministro, pero a cambio de algo’, como siempre se hacía”.
Pero, aseguró, había llegado para acabar con “toda esa podredumbre política”. Pese a sus comentarios, afirmó que seguía tendiendo la mano al Parlamento, por ser un gobierno democrático.
Desde el inicio de su gestión hace 16 meses, Castillo ha mantuvo fricciones con la oposición legislativa, que había fracasado dos veces por falta de votos en remover al presidente por “permanente incapacidad moral”, una causal sin “definición objetiva”, según los expertos.
En el siglo XIX significaba “locura”, pero ahora muchos la relacionan con la corrupción.
Castillo tiene varias investigaciones preliminares fiscales, la mayoría por presunta corrupción. La hipótesis fiscal afirma que el expresidente lidera una organización criminal.
En Perú un presidente no puede ser juzgado durante su gobierno, sólo puede darse en caso de traición a la patria, disolución del Parlamento por casos diferentes a los permitidos, no convocar a elecciones o impedir el funcionamiento de organismos electorales o del Congreso.

Detienen a Pedro Castillo tras ser destituido como presidente de Perú

La detención se dio minutos después de que el Congreso lo destituyera como presidente de Perú por incapacidad moral.
La moción de vacancia fue aprobada con los votos de 101 congresistas a favor, seis en contra y diez abstenciones, y será sucedido en el Ejecutivo por su vicepresidenta, Dina Boluarte, quien ya fue llamada por el Congreso para rendir protesta esta misma tarde.
La votación se produjo horas después de que Castillo disolviera el Congreso en una maniobra que varios funcionarios consideraron un intento de golpe de Estado y que fue incluso criticada por algunos de sus propios integrantes de su gabinete.
Castillo tiene varias investigaciones preliminares fiscales, la mayoría por presunta corrupción.
La policía de Perú compartió en su cuenta de Twitter una foto de Castillo detenido en sus instalaciones, la cual fue borrada minutos después.

Hace un año, Dina Boluarte aseguró que renunciaría si Pedro Castillo era destituido; hoy asume el cargo en sustitución del expresidente

La abogada y política de tradición izquierdista Dina Boluarte se convirtió este miércoles en la primera presidenta de Perú, al jurar ante el pleno del Congreso, después de que el Parlamento destituyó a Pedro Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.
Boluarte, de 60 años y de cuya vida personal no se conocen muchos detalles, fue elegida como primera vicepresidenta de la República en la fórmula presidencial del partido marxista Perú Libre, que el año pasado postuló a Pedro Castillo a la jefatura del Estado del país, y del cual fue expulsada por diferencias políticas con sus dirigentes.
La mandataria fue ministra de Desarrollo e Inclusión Social desde el inicio del gobierno de Castillo, el 28 de julio de 2021, hasta fines de noviembre, cuando el escenario político se agravó con la confirmación de que el Congreso iba a someter al expresidente a una tercera moción de destitución por “permanente incapacidad moral”.
Durante su periodo como vicepresidenta, Boluarte representó a Castillo en varios viajes fuera del país, en los que no fue autorizado a desplazarse por el parlamento, el último de los cuales fue la cumbre del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) en Tailandia en noviembre pasado.
Asimismo, defendió el papel de la mujer en los eventos en los que participó, como en la última Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que afirmó que “no hay desarrollo sostenible sin el desarrollo de las mujeres” y destacó el compromiso del Perú con el empoderamiento de las mujeres a través de políticas innovadoras, aunque persistan estereotipos y acoso político contra las líderes.
En los últimos días, varios integrantes del Ejecutivo, como los exministros Alejandro Salas y Félix Chero, le recordaron a Boluarte que debía renunciar al cargo como lo habían acordado previamente, en el caso de que Castillo fuera destituido por el Parlamento, pero ella mantuvo silencio.
En su lugar, la vicepresidenta decidió dejar el ministerio cuando Castillo hizo su última modificación en el gabinete, tras la renuncia del jurista Aníbal Torres como primer ministro en noviembre último y el ingreso en ese cargo de la legisladora y abogada Betssy Chávez.
Tras el anuncio del cierre del Congreso, Boluarte rompió su silencio para rechazar la decisión de Castillo de “perpetrar el quiebre del orden constitucional” y añadió que se trató de “un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”.
De esta manera, la abogada dejó de apoyar públicamente a Castillo y con su nombramiento como jefa de Estado se corrigió de lo que había anunciado el año pasado, cuando declaró que si el entonces presidente era destituido, ella se iba con él.
La asunción de Boluarte a la presidencia de Perú se produjo, además, 48 horas después de que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales archivó una denuncia presentada contra ella por presuntas irregularidades en su renuncia al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), una entidad pública en la que trabajaba desde 2007.
También fue presidenta del Club Departamental Apurímac, un cargo para el que realizó trámites de transferencia de funciones que le valieron una investigación del Congreso, que finalmente decidió que no había cometido una infracción constitucional.
Boluarte, nacida precisamente en la región surandina de Apurímac, se postuló a un cargo político por primera vez en los comicios municipales de 2018 y nuevamente intentó una curul en el Congreso en las elecciones extraordinarias de 2020 con Perú Libre, movimiento que la incluyó en la fórmula presidencial de Castillo un año después.
Al convertirse este miércoles en la primera presidenta de la historia de Perú, juró “por Dios, la patria y la Constitución” y dijo que asumía “de acuerdo con la Constitución Política del Perú, desde este momento y hasta el 28 de julio de 2026″, cuando debe cumplir el actual período de gobierno.
Añadió que entre sus compromisos estará “defender” la soberanía nacional y que “cumplirá y hará cumplir” la Constitución y las leyes de su país.
Y relató que viene de “un pueblito” del Perú profundo, que es la última hija de una familia que vivió la precariedad y que de ahí aprendió bajo el afecto de sus padres, el trabajo y la lealtad.