Alegorías
Por Jesús Huerta Suárez
No sé si a ustedes, pero a mí me parece que estamos en un pleno proceso involutivo como humanidad, y nos estamos llevando entre las patas a nuestra madre… nuestra madre tierra quien se desangra agonizante ante sus hijos que inmersos en el vacío existencial, no se separan de la pantalla del celular. Vamos para atrás y a gran velocidad.
Es suficiente escuchar las noticias, las redes sociales o ver a las personas actuando para comprobar mi argumento. La humanidad está insatisfecha y sedada por la falta de atención a la realidad. A la gente de hoy nada le interesa más que la dopamina inmediata, misma que solo prolonga el sufrimiento del alma y la desconexión espiritual con el universo y con las demás personas.
El mal gusto en las artes, los malos modales, la pornografía, las drogas de laboratorio clandestino, la evasión en todas sus modalidades, el desprecio, la falta de empatía, los hijos indeseados, los hijos de nadie, la política pública que corrompe todo a su paso, la ineptitud rampante, la apatía, el trabajo sin gusto y sin sentido, el desprecio por la ciencia, el músculo instantáneo, el olvido de los libros, la falta de pudor, la insatisfacción constante, las falsas creencias, la avaricia, el desprecio por la superioridad divina, la falta de ganas de trascender, las emociones no controladas, el sexo sin amor, la falta de identidad y el poco amor a la vida es parte de lo que nos tiene así.
Ya nada es importante más que el dinero, como quiera que este haya sido obtenido, mientras que lo material ya no parece ser suficiente para todos, de ahí que algunas fuerzas ocultas pretendan controlar la natalidad. La violencia cada día es más cruel y sanguinaria, se idolatra al sufrimiento y se desprecia la dicha. Los niños son cada vez más corrompidos por quienes están a su alrededor. No hay temor de Dios y se enaltece el mal…
¿Dónde vamos a parar si no logramos despertar? chuyhuerta3000@gmail.com