El acercamiento y el contacto directo con la gente, siempre ha sido el principal argumento de los políticos en campaña cuando buscan los votos que los lleven a un puesto público.
Para tal propósito -con discurso demagógico, por supuesto-, se han trillado lemas o slogans como: «seremos un gobierno de puertas abiertas», «mi compromiso es contigo», «un gobierno cercano a la gente», «yo en tu colonia», «tu opinión es la que cuenta» y demás autorías de los supuestos expertos en marketing político, o ideas de los mismos interesados en asegurar un puesto de elección popular.
En esta guerra de estrategias, también ha habido algunas muy extraordinarias -que quizá pudieran ser buenas ideas para atraer votos-, como aquella de 1997 de Héctor «El Güero» Castro que, como candidato del PRD a la Alcaldía local repartía tarjetas de presentación (con su foto) que garantizaban una audiencia cuando se sentara en la oficina más refrigerada de Palacio Municipal.
Lamentablemente para el «Güero» y los poseedores de esas tarjetas no hubo audiencias porque no ganó, aparte que ni siquiera aceptó la Regiduría durante la administración en que, al desaparecido panista Don Jorge Valencia Juillerart «se le botó la catota».
Y tampoco, según recuerdo, ningún político retomó en campañas posteriores la estrategia de entregar tarjetas de presentación. Aunque sí han puesto su foto en pendones, espectaculares y volantes.
En ese mismo proceso electoral del 97, por cierto, sucedió otra situación muy curiosa y que sí tuvo réplica:
El también fallecido, pero priista Arnoldo Soto Soto, al ser propuesto como candidato a la Presidencia de esta ciudad por el entonces abanderado a la Gubernatura, Armando López Nogales, tuvo la idea de ofrecer un día de la semana para que los hermosillenses acudieran a Palacio Municipal a hacer sus peticiones sobre determinada necesidad.
Quién sabe si por ser mitad de semana u otra situación desconocida, se eligió el «Miércoles Ciudadano» para que la gente acudiera a los pasillos del Ayuntamiento a exponer sus innumerables problemas buscando soluciones.
Una vez iniciada la administración de Valencia Juillerart, adoptó ese proyecto de su adversario político -al que derrotó en las urnas- y convirtió los pasillos del Ayuntamiento en algo parecido a una kermes bajo techo.
Toda vez que a raíz de la confianza que agarró la raza -y al poder de convocatoria de los liderazgos sociales como el «Pollo» Medina y otros-, convirtió el edificio en una fonda popular donde se cocinaban carnitas de puerco, frijoles graneados, menudo y otros antojitos mexicanos que obligaron al Alcalde panista a poner unas rejas por el lado de Boulevard Hidalgo.
Lo cual se convirtió en algo excepcional para el entorno social y político de Hermosillo.
Pero… ¡alto!
No puedo concentrarme en el tema sin recordar algo:
Porque entre las ocurrencias de Don Jorge, está aquella vez que, terminado el trabajo de los soldadores por el lado norte del inmueble -construido por el arquitecto Gustavo F. Aguilar (+)-, una excelente reportera de un periódico local le cuestionó sobre «¿qué piensa usted de las rejas?», a lo que el veterano ingeniero le respondió «¡eshtan muy bonitash!
Total, queridos amigos.
El «Miércoles Ciudadano» que instalaron los panistas -pero que fue idea de los priistas- se sigue aplicando no solo en la administración municipal de Hermosillo; sino en otros municipios de Sonora y entiendo en otras partes del país.
Antonio Astiazarán Gutiérrez, es uno de esos Alcaldes que ha retomado este programa y que además e invariablemente se ha mantenido cerca de la gente por todos los barrios y colonias de Hermosillo.
Recientemente al cumplirse dos años al frente de la administración municipal, realizó también sus informes en comunidades rurales pertenecientes al municipio y cerró con un evento masivo en el Expo Fórum, al sur de la ciudad.
Una prueba reciente de los acercamientos del «Toño» Astiazarán con la población, pudiera ser la gira número 15 que acaba de hacer por el poniente de municipio en el Ejido El Triunfito, Poblado Miguel Alemán y Bahía de Kino.
En esos lugares entregó mejoras en la distribución de agua potable y supervisó los avances en la electrificación de algunos sectores.
Hay que recordar, pues, que la Costa de Hermosillo no es solo el Poblado Miguel Alemán; sino también la gran cantidad de campos agrícolas donde viven familias completas originarias de lugar y otras venidas del sur del país en busca de mejores oportunidades.
Porque no hay duda de lo que dice el gobernador Alfonso Durazo:
«Sonora es tierra de oportunidades».
Antes de terminar con los comentarios de hoy, es preciso mencionar del viaje que en estos momentos está realizando Antonio Astiazarán Gutiérrez por Estados Unidos, en una aglomeración de por lo menos 500 líderes mundiales que hacen propuestas para mejorar las condiciones urbanas de los municipios que eleven la calidad de vida de las personas.
Con el proyecto «Parque de la Vida» con el que ganó el Ayuntamiento de Hermosillo el concurso «Las Ciudades en Movimiento», el «Toño» está enriqueciendo el anhelo de transformar el antiguo basurón en un espacio recreativo que sirva para actividades deportivas y que genere energías limpias; convirtiéndose, pues, en el primer pulmón de la ciudad (dejando en segundo lugar al Club de Golf Los Lagos).
Les comento que este proyecto de transformar en área verde el antiguo basurero de 40 hectáreas ubicado al noroeste de la ciudad, ya había sido analizado hace aproximadamente 15 años por iniciativa del entonces gobernador Eduardo Bours Castelo.
Lamentablemente todo se vino abajo cuando el departamento de investigación de la Unison multiplicó el precio de los estudios y el proyecto ejecutivo, por lo que el Gobernador decidió cancelar todo.
Al estilo de Bours, pues.
Confiamos que la capacidad de gestión del Alcalde, capitalice este anhelo sumamente necesario para la vida de los hermosillenses.
Bueno, amigos.
Por esta semana es todo.
Nos vemos el lunes.