Las riquezas naturales que tiene México y que detonan en la gran productividad del sector primario, es algo que siempre lo han aprovechado empresarios nacionales y extranjeros.

Desde los tiempos de la Conquista Española hasta nuestros días, inversionistas de ése y otros países han transformado nuestras materias primas en productos terminados para ofertarlos aquí y en varias partes del mundo.

La explotación de oro, plata y demás materiales, no solo fue un hecho que se vio durante los 300 años posteriores a la Edad Media; sino que parece más fuerte en nuestros días.

En Sonora, por ejemplo, al fundar el general arizpense Ignacio Pesqueira el pueblo de Cananea a mediados del Siglo XIX, se incrementó la explotación del cobre que generó una gran cantidad de empleos en la región.

Lo cual prevalece hasta nuestros días.

Posteriormente el cuatro veces Gobernador de Sonora y también en una ocasión Alcalde de Cananea (que no es el mismo Ignacio L. Pesqueira que nació en Huépac), vendió la mina a una compañía norteamericana.

Luego la compró el empresario mexicano Hilario Santiago Gabilondo; y en 1899 la adquirió William Cornell Green, quien debido a las excesivas jornadas laborales con sueldos miserables que impuso a principios del Siglo XX, provocó el levantamiento en armas y desde entonces a Cananea se le conoce como «La Cuna de la Revolución Mexicana».

Esto por la huelga de los trabajadores inconformes que en 1906 eran liderados por Esteban Baca Calderón, Manuel M. Dieguez, Juan José Ríos y otros seguidores de los periodistas e idealistas mexicanos, los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, quienes para ese entonces ya estaban exiliados por el presidente Porfirio Díaz, pero apoyados financieramente por el entonces empresario coahuilense Francisco I. Madero.

Quién diría que después de tantos años, en Sonora se siguen descubriendo yacimientos de metales que son insumos para la industria, las nuevas tecnologías y el desarrollo de la humanidad.

Este es el caso del litio, el cual fue nacionalizado recientemente por nuestras autoridades federales con la intención de no perder el control ni sus beneficios directos; evitando que se repita lo que sucedió en su momento con el petróleo y los ejemplos de los materiales mineros de aquella lejana época que les comenté líneas arriba.

Pues bien.

Entendemos que con la firme intención de promover más inversiones que generen empleos en la entidad, el gobernador Alfonso Durazo no es el primero que realiza estos ejercicios de promoción en el extranjero.

Pero muy bien, pudiera ser, el que mejor lo intenta. Por las condiciones de ahora son diferentes, gracias a la competitividad que muestran otros estados de la República Mexicana y demás naciones del continente o de otras partes del mundo.

Luego de confirmarse a Monterrey como sede de la planta ensambladora de autos eléctricos Tesla, nuestra entidad pudiera estar cerca de ser uno de los mejores proveedores de los insumos que se necesitan y aprovechar también la alta calidad de mano de obra sonorense.

El hecho de convertirse en facilitador, es lo que realmente está ejerciendo Durazo Montaño; al igual que lo hizo a mediados de los 80’s el entonces gobernador Samuel Ocaña García, cuando logró arrebatarle a Chihuahua y a otros países la sede de la planta ensambladora Ford que actualmente genera alrededor de 4 mil empleos directos y otra cantidad similar de indirectos.

Durante su visita a Canadá, Durazo Montaño refrendó la continuidad de las inversiones que ya están en Sonora. Principalmente del sector minero y toda la cadena productiva que se ocupa.

No obstante, e independientemente de las inversiones y la disposición de los gobiernos para facilitar los proyectos, resulta muy importante destacar el buen ambiente laboral entre nuestra base trabajadora.

Principalmente la que se encuentra afiliada a la CTM.

Esta semana, por cierto, en el grupo de periodistas de la Mesa Cancún, estuvo el dirigente estatal de esta organización, Javier Villarreal Gámez, quien sin muchos rejoneos manifestó la excelente relación que se mantiene con el sector empresarial y con las autoridades del Gobierno del Estado.

Prueba de ello, citó, se vio durante un evento en donde estuvo el Gobernador para reconocer al desaparecido líder natural y agrario, Jacinto López Moreno.

De quien, incluso, el Mandatario se mostró agradecido porque gracias a las gestiones de Jacinto López, su familia pudo regularizar sus tierras en la sierra alta de Sonora.

En Bavispe, pues.

Cierto que en la vasta industria maquiladora que hay en muchos municipios del estado, no hay tantos conflictos laborales.

Al menos que se ventilen públicamente.

Como es el caso de los sindicatos de la Universidad de Sonora o de las escuelas preparatorias, las cuales por cualquier pretexto se manifiestan, bloquean nuestras calles y perjudican a los alumnos y sus familias.

Se pudiera decir, pues, que en materia laboral, Sonora está sano y con los brazos abiertos para recibir más inversiones que generen empleos para beneficio de nuestras familias.

Y no solo en el sector industrial; sino también en la generación de energías limpias, comercio y agricultura; ya que en este último punto, hay sindicatos que desde muchos años han defendido los derechos de los trabajadores.

Nos referimos, principalmente, al Sindicato Salvador Alvarado que encabezó por muchos años el desaparecido Trinidad Sánchez Leyva y que ahora lidera su hija Iris Sánchez Chiu, con muchos beneficios para esos trabajadores del campo de la Costa de Hermosillo y Pesqueira.

Bueno, amigos.

Por esta semana, es todo.

Nos vemos.