Por Karla Gámez
Mis apreciados y apreciadas lectoras, es inevitable no abordar en estas líneas la efervescencia política que comenzamos a vivir en Sonora con miras a las elecciones del 6 de junio, donde los ciudadanos, sí, ustedes y yo, tendremos en nuestras manos el poder de elegir a quien por los próximos seis años será el gobernador del Estado, a quien tome las riendas de esta bellísima entidad federativa; en este proceso también se renovarán las 72 alcaldías, así como la elección de diputados locales y federales.
En el transcurso de los próximos meses veremos o más bien nos saturaremos de información, propaganda, propuestas, cada candidato echará mano de sus mejores estrategias de marketing, las redes sociales sin duda serán la mejor herramienta de la que harán uso y jugarán un papel determinante en estas elecciones que por mucho serán totalmente atípicas y esto por la pandemia, pero bueno, ese tema lo abordaremos más adelante en otra columna, por lo pronto platicaré de uno de los precandidatos al gobierno de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, por Morena, quien estuvo como invitado en la Mesa Cancún.
De entrada, Durazo Montaño invirtió buena parte del tiempo en platicar de su vida, sus raíces, su infancia en Bavispe, un pueblo anclado en la sierra alta de Sonora colindante con Chihuahua, el trabajo arduo en el campo y la determinación de su madre para que saliera del pueblo y estudiara, narró sus odiseas en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México en donde estudió, primero ingeniería y después la licenciatura en derecho.
El relato continuó, se manifestó estar orgulloso de haber militado en el Partido Revolucionario Institucional en la época de Luis Donaldo Colosio con quien trabajó, después su paso por el PAN y como llegó con López Obrador cuando este aun militaba en el PRD.
Lo observé y escuché con atención, su indumentaria (el outfit diría mi hija) es casual, aunque muy al estilo de Ciudad de México y no es para menos, son muchos años los que vivió en el centro del país, gran parte de su trayectoria en el servicio público transcurrió en aquellos lares; su rostro adusto aunque se le notabas un intento por relajarse, hubo ciertos momentos en los que elevó el tono de su voz.
Nadie niega que Durazo Montaño tiene una vasta trayectoria en el servicio público a nivel federal, pero sin duda su estadía en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, será la imagen que lo acompañe durante toda la campaña, y no porque yo lo diga, son los mismos datos estadísticos que publica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que indican el aumento en diversos delitos y Sonora el Estado que busca gobernar no es la excepción, en los últimos dos años hemos visto como se han incrementado los delitos principalmente aquellos de alto impacto.
Durazo Montaño mencionó que la federación apoyó al Estado al enviar a más de dos mil oficiales de la Guardia Nacional, resaltó la capacitación de primer nivel que tienen los elementos que la integran y destacó otros tantos atributos, entonces me pregunto, ¿Por qué los sonorenses no hemos visto resultados? Sí, lo sé, el Estado y los municipios tienen responsabilidad compartida, pero lo que percibo entonces es que no hubo ni hay coordinación ni trabajo en conjunto; y no, no creo que la Guardia Nacional sea la panacea en materia de seguridad, mis respetos para quienes la integran porque se han tenido que cuadrar ante el mando, pero no, no son la solución.
Sí, lo sé, la seguridad de Sonora le compete al Estado y a los municipios, pero es una responsabilidad compartida con la federación y como tal debe existir una coordinación eficiente para lograr el objetivo que es garantizar la paz social y la tranquilidad de los ciudadanos.
En lo que sí coincido con el doctor Durazo es en la necesidad de dignificar la labor policial (de los elementos y sus familias), de aumentar los sueldos, certificarlos, fortalecer a la fiscalía, dotarlos de recursos para que puedan realizar sus funciones como se debe, incrementar la fuerza operativa.
Me quedo con muchas interrogantes principalmente en materia de seguridad pública, pero fue agradable conocer otro lado de Alfonso Durazo Montaño, digamos que su lado afectivo, humano, sus raíces, la referencia que hizo de sus padres y sus orígenes, aún así siento que falta mucho más, tal vez sea ese toque o esencia del sonorense que no termina de aflorar y esto se puede deber a los años que el vivió fuera del Estado.
Pero bueno, el camino por la gubernatura apenas empieza y aunque por el momento algunas casas encuestadoras lo favorecen (puntos más puntos menos) tiene dos competidores de altura y arraigo en Sonora, Ernesto Gándara Camou por la coalición PRI-PAN-PRD y Ricardo Bours Castelo por Movimiento Ciudadano, que darán una gran batalla.