El asombro es una emoción que es inherente al ser humano cuando su capacidad por entender el mundo tal como lo conoce se ve desafiada por una eventualidad de grandes magnitudes. Por lo general, este tipo de sentimientos y emociones generan en la persona un deseo de acción o cambio para comprender de mejor manera el fenómeno en cuestión.

Es por lo que, la capacidad de asombro ha llevado a la humanidad a entrar en una senda de progreso exponencial, misma que nos ha conducido hacia innumerables hallazgos e invenciones, como el asombro que históricamente había causado a la humanidad el fenómeno de la luna y sus diferentes etapas, conllevando así, al famoso viaje a la luna del año 1969. Asimismo, este tipo de asombros humanos pueden encontrarse en el plano de lo negativo, los cuales, han acarreado consigo drásticas medidas y acciones gubernamentales para evitar este tipo de situaciones; tal es el caso del atentado de las torres gemelas en 2001, lo que generó un sinfín de medidas y cambios políticos en las naciones del mundo para evitar un suceso similar en los años consecuentes.

Es decir, cuando una sociedad pierde la capacidad de asombro ante distintos eventos o hechos que no son naturales o que afectan su bienestar, puede convertirse en un catalizador de cadenas negativas que conllevan a una espiral dañina para su progreso.

Tal es el caso de muchas comunidades de nuestro país donde los hechos relacionados con la violencia, sea esta de fuentes principalmente ligadas al crimen organizado, pero también, de la propia sociedad en contra de sus conciudadanos, ha llegado a niveles extremos superándose uno de tras del otro, propagándose de manera masiva a través de medios de comunicación polémicos y las redes sociales, donde las cadenas explícitas de estos hechos violentos pululan sin ninguna restricción, logrando una muy baja capacidad de asombro ante este tipo de situaciones, las cuales se han convertido en el pan nuestro de cada día.

Según el filósofo griego Platón, la capacidad de asombro pone en movimiento las tres partes que integran el alma y gracias a este movimiento se llega al descubrimiento de la verdad. Desafortunadamente para muchos mexicanos, su realidad es totalmente distinta a ésta por lo que para salir de la burbuja donde la sangre y los hechos violentos no sorprenden a nadie y día a día vemos como estos hechos cada vez son más cercanos a nuestros hogares sin que prácticamente nada cambie, es necesario que se instale una nueva manera de pensar y de ver las cosas entre los habitantes de dichas comunidades, donde la comprensión de la comunidad como un espacio donde todos son actores principales y, el entendimiento de que, lo que se hace dentro del hogar impacta de manera directa la vida de las demás personas, sea una parte medular de este nuevo pacto social en el que todos y cada uno de sus integrantes pondrán de su parte para retomar el rumbo de municipios donde la zozobra y el miedo se han normalizado al grado de que, donde en la mañana yace el cuerpo de un cristiano, en la noche jóvenes y no tan jóvenes festejan.

Por el bien de todos y para continuar la senda del progreso en nuestro país, es necesario comenzar de nuevo y, un buen origen para esto podría ser retomar la capacidad de asombro ante lo que silenciosamente nos daña a todos.

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