Por Luis Rodrigo Guzmán Viniegra


Finalmente, estamos a un día de las elecciones más importantes de la historia, no solo para los Estados Unidos, sino para el mundo entero. Nos encontramos ante una auténtica coyuntura donde más allá de la política interna, las relaciones internacionales del país más importante del mundo van a ser sometidas a un cambio trascendental, sin importar cuál de los dos candidatos gane.
Como mexicanos, deberíamos estar muy interesados en el posible resultado de las elecciones, ya que Kamala ha manifestado abiertamente que no apoya el tratado de libre comercio de Norteamérica y Trump promete una política arancelaria que podría provocar graves problemas a ambos lados de la frontera. También, las perspectivas internacionales respecto a los posibles aliados que uno u otro candidato poseen puede reconfigurar el mapa mundial de forma importante.
La pregunta que todos nos estamos haciendo es: “¿Quién va a ganar?” y para tratar de responder a esa pregunta hay que recordar que el sistema electoral en los Estados Unidos está basado en colegios electorales, es decir, no necesariamente el candidato que recibe más votos de la ciudadanía se convierte en presidente. En 2016 Hillary Clinton recibió la mayoría de votos de la ciudadanía, pero recibió menos votos del colegio electoral y eso convirtió a Trump en presidente. En el sistema electoral estadounidense, cada estado posee un número de votos (o delegados) que van sumando al total. En total hay 538 votos del colegio electoral en juego, por lo que el candidato que alcance o supere los 270 será presidente.
En el voto popular, las encuestas a nivel nacional indican un empate de ambos candidatos en el 48.5%. Por otra parte, en el voto por colegios electorales (que es el que nos interesa), prácticamente están definidos 445 votos de los cuales Kamala tiene 226 y Trump 219, estando en juego 7 estados con 93 votos, que por lo cerrado de sus encuestas y derivado que históricamente han cambiado de partido serán los definitorios. Los estados son Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia. Ambos candidatos han pasado los últimos dos meses tratando de ganar adeptos en estos estados, ya que hay que destacar que quien gane en el estado se lleva todos los votos del colegio electoral sin importar el porcentaje con el que se ganó.
Con los resultados de las encuestas hasta el día de ayer y basándome en la “encuesta de encuestas” (poll of polls) anticipo que ambos siguen teniendo la oportunidad de ganar. Considero que Arizona, Georgia y Carolina del Norte se van a inclinar por Trump, pero hay buenas posibilidades que Kamala pueda imponerse en Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Nevada. En ese escenario ganaría Kamala, pero si pierde cualquiera de esos estados, la victoria es para Trump.
No es ninguna sorpresa que el ánimo de la gente se encuentra sumamente polarizado y el generalizado rechazo que ha tenido la gestión de Biden está siendo una enorme carga para Harris. Los republicanos son sumamente efectivos en resumir sus propuestas en frases simples y fáciles de recordar que se contraponen a una débil estrategia de comunicación social de los demócratas. Las cifras de generación de empleos de los últimos años han sido números récord y el gobierno actual no ha sabido comunicarlo entre su población.
Hay que recordar que sumado a las campañas presidenciales vienen varios conceptos polémicos adheridos a cada candidato, como el acceso al aborto, el cierre de fronteras, la eliminación de derechos de migrantes, la modificación de beneficios fiscales, entre muchos otros temas. Por lo que la decisión se torna aún más complicada.
Si bien nos queremos hacer a la idea que mañana se define todo, hay que ser conscientes que al día de hoy casi 80 millones de ciudadanos ya emitieron su voto, ya sea por correo o en las casillas de voto anticipado. Queda ahora esperar a que arranque el conteo para empezar a ver los resultados. El primer corte se realizará a las 8:00pm hora del Este de los Estados Unidos y en esta misma columna les estaré compartiendo lo que suceda.
Como siempre, agradezco su lectura y quedo pendiente de sus comentarios.

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