Columna Visión Juvenil
Por: Manuel Borbón
La problemática de las sequías a nivel mundial se ha agravado conforme el paso de los años debido a múltiples factores ligados principalmente a la sobrepoblación que presentan algunas regiones, así como también, al fenómeno conocido como cambio climático, los cuales, al estar relacionados han puesto en jaque a regiones enteras a nivel mundial, de las cuales, nuestro país no ha estado exento.
En México, según reportes de las autoridades gubernamentales, durante 2024, al menos el 64% del territorio nacional se encontraba con algún grado de sequía, siendo el 11% con una sequía excepcional, lo anterior ha provocado que regiones principalmente del centro y norte del país hayan comenzado a poner atención en los efectos y, sobre todo, en las posibles soluciones para dicha problemática que amenaza con presentarse de manera cíclica y cada vez más recurrente.
En Sonora, al encontrarse en su mayoría con regiones desérticas, la sequía es un tema de todos los días, ya que, como antecedente tenemos que ciudades como Hermosillo en el pasado reciente han tenido que verse obligados a racionar el derecho al consumo humano del agua potable, ya que, al encontrarse con una población cada vez más creciente y, lejos de fuentes que cumplan con las necesidades del vital líquido, el gobierno ha recurrido en el pasado a lo que se le conoce como “tandeos”, por lo cual, por medio de soluciones como acueductos, perforación de pozos, entre otros, han tenido que lidiar con dicha problemática.
En Cajeme, dicho problema no es del todo ajeno, ya que, al fundarse nuestra comunidad, fue un grupo de visionarios quienes, entre otros avances, decidieron impulsar el proyecto de la Presa Álvaro Obregón, también conocida como “Oviáchic”, la cual se convirtió, además de un seguro para el acceso al agua para consumo humano, también en un potencial de desarrollo para la agricultura en nuestra región. Sin embargo, a finales de la década de los noventa, la carencia de lluvias y algunos sabotajes de carácter político, pusieron en jaque a las autoridades y su capacidad para dotar a los ciudadanos de sus necesidades hídricas, asimismo, en el año 2003, la presa presentó niveles récord en cuestión de la poca captación, obligando a autoridades y sociedad para tomar medidas excepcionales.
Actualmente, el fenómeno de la sequía vuelve a hacerse presente en nuestra región, ya que, según datos del Distrito de Riego, actualmente la Presa Álvaro Obregón se encuentran a un 21% de su capacidad, muy lejano a lo que se acostumbra, ya que, precisamente el año pasado en estas fechas la captación de la presa se encontraba por arriba del 44%, es decir, hoy no se cuenta ni siquiera a la mitad de lo que se acostumbraba.
Por lo cual, nuestra región al ser de vocación eminentemente agrícola, se encuentra atravesando por una crisis sin precedentes, ya que, según el Distrito de Riego se dejarán de sembrar 160 mil hectáreas en el Valle del Yaqui, lo cual, según diversos organismos empresariales traería como consecuencia que dejarán de circular 16 mil millones de pesos en la región, con las consecuencias que todos podemos imaginarnos si eso sucede.
Es debido a lo anterior que, tanto gobierno con soluciones como la planteada por la Presidenta Claudia Sheinbaum en su discurso de toma de protesta sobre la implementación de tecnologías de riego, como la industria, agricultores y, la sociedad, deben de poner de su parte para lograr un nuevo gran pacto sobre el uso sostenible del agua que brinde a nuestra región soluciones a largo plazo en las que, todos cedan parte de sus privilegios en búsqueda de un bien mayor para todos.
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