Venezuela dijo también que ha presentado ante el Consejo de Derechos Humanos las denuncias de intentos de asesinato contra el presidente Nicolás Maduro y las sanciones impuestas por Estados Unidos, pero que esa instancia de la ONU no ha mostrado interés.

El Gobierno de Venezuela rechazó el viernes «de manera categórica» un informe de violaciones de derechos humanos en el país presentado en la Organización de Naciones Unidas, al que calificó de «vulgar y planfletario».

La Misión de Determinación de Hechos de la ONU sobre violaciones de derechos humanos difundió esta semana un informe y lo presentó el viernes ante el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, en el que dijo que el Estado venezolano reforzó su aparato represivo con una «modalidad más dura y violenta» contra opositores y disidentes tras las elecciones de julio.

La persistencia de esta vergonzosa misión es una muestra clara de la errática deriva a la que están llevando las instituciones del Sistema de Naciones Unidas, cada vez más extraviadas de sus funciones, convirtiéndolas en instrumentos de coerción y chantaje a los pueblos y gobiernos soberanos», dijo el Gobierno venezolano en un comunicado.

Agregó que posee «la mayor moral» en la defensa de los derechos humanos y que con la Constitución aprobada en 1999 fue creado un «robusto aparato» de protección de derechos humanos.

Venezuela dijo también que ha presentado ante el Consejo de Derechos Humanos las denuncias de intentos de asesinato contra el presidente Nicolás Maduro y las sanciones impuestas por Estados Unidos, pero que esa instancia de la ONU no ha mostrado interés.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, conversó telefónicamente el viernes con Maduro para expresar su «preocupación por los informes de violencia post-electoral y violaciones de derechos humanos».

Guterres «enfatizó la necesidad de resolver cualquier disputa política de manera pacífica» y «tomó nota de las posiciones del presidente venezolano sobre la situación», dijo la ONU en un breve comunicado sin ofrecer otros detalles.

Por su parte, el Gobierno venezolano dijo que en la «amigable y fraternal» conversación con Guterres, Maduro detalló «las agresiones» contra su país luego de las elecciones, así como «los intentos de desestabilización y las conspiraciones promovidas desde territorio estadounidense».

Venezuela agregó que Guterres dijo que la ONU «se ha mostrado contraria a la aplicación de la política de cambio de régimen (…) así como cualquier acción de intervención en los asuntos internos» de un país.

La misión, que entrevistó a cientos de personas de forma remota o en terceros países, dijo en el documento que las autoridades venezolanas llevaron de manera «consciente y planificada» acciones para desarticular y desmovilizar a la oposición, inhibir la difusión de información independiente, las opiniones críticas, e impedir las protestas pacíficas.

El Consejo Nacional Electoral y el máximo tribunal de Venezuela dijeron que Maduro fue el ganador de las elecciones del 28 de julio, pero no divulgaron todas las actas de votación. Mientras, la oposición ha señalado que sus recuentos mostraron una victoria de Edmundo González, quien este mes solicitó asilo en España, luego que se dictó un orden de captura en su contra.

Después de las elecciones hubo protestas en las que fallecieron 25 personas, según organizaciones no gubernamentales, y se detuvo a otras 2,400, de acuerdo con portavoces oficiales de Venezuela. El Gobierno de Maduro ha culpado a la oposición de las muertes en las protestas y ha calificado a los manifestantes de «extremistas» y «fascistas».

La misión dijo que recibió información de la detención de 130 niños y 28 niñas después de las protestas. Y agregó que la situación afectó especialmente a las niñas pues «fueron sometidas a vejaciones sexuales mientras permanecieron detenidas junto con adultos hombres». Las autoridades venezolanas excarcelaron al menos 86 menores de edad a inicios de septiembre.