Columna Visión Juvenil
Por: Manuel Borbón
En el escrito pasado se abordaron los retos que tendrán las fuerzas de oposición en nuestro país, por lo cual, en esta ocasión ahondaremos en las dificultades y objetivos que deben perseguir los partidos políticos que forman parte de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, los cuales, resultaron electos por una mayoría sin referente en el corto plazo en nuestro país.
Sin duda, la victoria de la coalición de la “Cuarta Transformación” representa un mensaje para quienes se dedican a la vida política en nuestro país, ya que, tal como lo planteó el propio presidente López Obrador, y como lo ha declarado la ex candidata opositora Xóchitl Gálvez, más que una elección presidencial, los pasados comicios del 2 de junio fueron un referéndum al gobierno de la 4T, en los cuales, poco importaron nombres, carreras y propuestas, sino más bien, la mayor parte de la población decidió salir a ratificar las decisiones tomadas por el todavía presidente y darles un cheque en blanco para que sigan llevando las riendas del país, prácticamente sin oposición, por lo menos durante los próximos tres años hasta que se vuelvan a presentar elección a la Cámara de Diputados.
Comencemos por analizar algunos puntos que tendrán que tener en cuenta quienes forman parte de los partidos en el poder para llevar a buen puerto las intenciones electorales de las mayorías:
- La famosa frase atribuida a la película Spiderman: “Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”, es seguramente lo que definirá este escrito. Los casi 36 millones de votos que recibió la presidenta electa Claudia Sheinbaum, además de ser un gran respaldo, son una responsabilidad mayúscula que les compromete a dar resultados sí o sí, a un par de problemas urgentes: la seguridad y la salud.
- La autorregulación, la gran votación obtenida significa también para la coalición, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y a sólo dos Senadores de completarla en la Cámara de Senadores, por lo cual, al tener el apoyo de la sociedad, del poder legislativo y ejecutivo, cambiar la constitución será cosa sencilla, por lo que, no perder el rumbo y esencia serán parte fundamental de la continuación del proyecto de la Cuarta Transformación.
- Hacer vida de partido, sobre todo para Morena, después de la partida de Andrés Manuel López Obrador será quizás el primer reto que enfrentará la coalición ya que, para nadie es un secreto que el líder moral y fundador de Morena ha funcionado como anillo de conjunción del movimiento que incluye a muchos actores políticos y sociales de distintas formas de pensar que encuentran en López Obrador a un líder a quien seguir.
- Por su parte, el Partido del Trabajo y el Partido Verde cuentan con una gran oportunidad para despegar en proyectos propios que, si bien, forman parte de la 4T, ambos institutos deben de generar cuadros que nazcan desde dentro de sus institutos y cuenten con el arrastre suficiente conservando su esencia al margen del proyecto de Morena.
- Mantener la cohesión, si bien es cierto que los partidos opositores aún no cuentan con la suficiente fuerza como para competir contra la coalición de la 4T, las visiones distintas entre los partidos aliados Partido del Trabajo y Partido Verde, pueden convertirse en contrapesos hacia el interior.
En los próximos meses veremos como se abren un par de caminos para la vida política de nuestro país, es probable que, podamos avanzar nuevamente hacia la presencia de un partido hegemónico que, a diferencia del pasado, ahora contará con mayorías que derivan de la competencia electoral, ó, si surge una nueva oposición ya sea con los partidos que amenazan con fundarse ó, con los partidos políticos tradicionales que vivan un proceso profundo de refundación y le brinden al país los contrapesos necesarios que todo sistema político democrático necesita.
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