• Piden a Zoé Robledo una  Auditoría  urgente al IMSS en Sonora.

• Pide CTM apoyo al Gobernador Durazo para gestionar mejores servicios del IMSS en Sonora.

La ineficiencia en la administración de recursos tiene sumido al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora en una situación deplorable, donde la mala atención y la falta de medicamentos son una constante desde hace varios años, por lo que la Federación de Trabajadores del Estado, CTM, exige una auditoría a fondo y solicita una reingeniería administrativa que eficiente el uso de los recursos hasta lograr una atención de calidad. 

Javier Villarreal Gámez, dirigente estatal de la CTM, acompañado de Óscar Ortiz Arvayo, dirigente de la Federación Municipal e Isabel Vásquez, secretaria de Bienestar Social, dio a conocer un primer análisis financiero que revela la triste situación del IMSS en Sonora.

Del Informe Anual de actividades de la Delegación Estatal se desprende que Sonora es la quinta entidad federativa con mayor presupuesto en el país, con 37 mil millones de pesos, lo que debería bastar para ofrecer una buena atención, pero resulta que de esos recursos, el 65% ($24,753 mdp) se destina a pensiones y jubilaciones.

Sumado a esto, el presupuesto destinado para nómina está por el orden de los $8,148 millones de pesos, lo que significa que, de cada $10 pesos del presupuesto sin pensiones, actualmente, más de $6 pesos se destinan a la nómina; esto deja $2 pesos que se destinan a medicinas y químicos; más de $1 peso se va en subrogaciones (12.5% del presupuesto sin pensiones), y queda mucho menos de $1 peso para el resto de los servicios: operación no General, equipo médico, transportación de pacientes, alimentación, uniformes y ropa de hospital, mantenimiento, administración e infraestructura hospitalaria.

El reclamo en material de atención a la salud comprende tres aspectos principales: el desabasto de medicamentos; las 300 plazas vacantes de médicos especialistas, así como la falta e inoperancia de equipamiento médico.

Un comparativo entre el presupuesto delegacional del 2015 con el de 2023 es altamente revelador:

Hay aumentos entre 60% a 80% en rubros relacionados con remuneraciones y estímulos al personal, es decir a pagos de nómina; mientras tanto, el presupuesto destinado a Farmacéuticos y químicos tuvo un triste aumento del 10% en 8 años.

El mismo documento señala que solo hay 2570 médicos y hay más de seis mil trabajadores administrativos, lo cual hace plantear que son demasiados empleados que no están destinados a la atención de salud, lo que abre una oportunidad de ahorro con el recorte -de acuerdo a la ley- de una parte de esa plantilla que haga rendir los recursos.

En cuanto a los recursos destinados a pensiones y jubilaciones, el comparativo señala que en estos ocho años aumentaron a más del triple, mientras se redujeron sustancialmente los rubros que tienen que ver con la compra de equipo e instrumental médico y de laboratorio, medicinas así como la inversión en infraestructura.

De acuerdo con el informe delegacional de 2023, el 11% del equipamiento médico no funciona, y se calcula una cantidad de 182 millones de pesos para suplir esa carencia, lo cual se puede cubrir del presupuesto anual aprobado para servicios integrales y subrogaciones de equipo y de servicios profesionales es de $1,604 millones MXN, en lugar de pagar por la renta o servicios subrogados de equipo.

Medicinas:

El porcentaje real de recetas surtidas alcanza el 65%, no el 95% que presume el Instituto, por lo que se sugiere un sistema que mida la productividad de los especialistas y médicos generales.

Los 1 mil 867 millones de pesos que se destinan a la adquisición directa de fármacos se considera suficiente para dar cobertura a la población derechohabiente, ya que muchos de ellos no se atienden en el Instituto, por lo que se pudieran subrogar. Cuando falta medicina es que no se compra con tiempo y en base a las necesidades por diversas enfermedades en cada etapa del año.

Solicitan la inmediata subrogación temporal o provisional de consultas con médicos especialistas, así como estudios de diagnóstico y cirugías en hospitales y consultorios privados, para reducir los excesivos tiempos de espera, afectando la salud y la vida de los trabajadores y sus familias.

“Hacemos un llamado al seguro social para que tome las medidas que tenga que tomar, que se haga un análisis introspectivo… Es responsabilidad de los órganos de gobierno optimizar los recursos, si se tiene que hacer una reducción de la plantilla, que se haga, pero que haga rendir el recurso económico del seguro social, privilegiando la necesidad de los enfermos.

También se propone introducir incentivos alineados a la productividad de los trabajadores; proporcionando mayores estímulos provisionales para médicos especialistas. Como el prometido -y no cumplido- 50% que había prometido Zoé Robledo y que quedó en apenas el 20% .

“No vamos a parar hasta que haya resultados, si es necesario llegar a la movilización de nuestra gente, a paros laborales, lo haremos, estamos desesperados por que el Seguro Social no nos responde”, señaló Villarreal Gámez.