Vincular el uso del paracetamol o acetaminofen durante el embarazo al riesgo de autismo en niños no sólo carece de «pruebas sólidas», sino que son «muchos» los estudios que refutan esta correlación, según señalan científicos ante el anuncio que, en ese sentido, hicieron este lunes el presidente estadounidense Donald Trump y autoridades sanitarias de ese país.

“Hay muchos estudios que refutan esta correlación», según la profesora asociada de Psicología Social y del Desarrollo en la Universidad de Durham (Reino Unido), Monique Botha, y señaló que el «más importante» de esos estudios fue elaborado por investigadores suecos con datos de 2.4 millones de nacimientos (1995-2019) y publicado en 2024.

Esa investigación usó datos reales de hermanos y «no encontró ninguna relación entre la exposición al paracetamol en el útero y el autismo, el TDAH o la discapacidad intelectual posteriores», indicó Botha a la plataforma de recursos científicos Science Media Centre (SCM).

Botha dijo que esto sugiere que «no existe un efecto causal del paracetamol en el autismo», y que las investigaciones que han llegado a esas conclusiones suelen tener conflictos de interés, «carecer de pruebas y no estar respaldadas por los métodos más sólidos para responder a esta pregunta.

«Estoy excepcionalmente segura de que no existe ninguna relación», añadió la experta.

En una línea similar se expresó Dimitrios Siassakos, profesor de Obstetricia y Ginecología en el University College de Londres, quien dijo, citado por SMC, que el autismo es el resultado de «varios factores, a menudo combinados», en particular, la predisposición genética y, en ocasiones, la falta de oxígeno en el momento del nacimiento como consecuencia de complicaciones.

Las investigaciones han demostrado -afirmó- que cualquier aumento marginal aparente como resultado del uso de paracetamol durante el embarazo «tiende a desaparecer cuando los análisis tienen en cuenta los factores más importantes».

En este sentido declaró que, en los estudios que analizaron a hermanos, cualquier asociación desapareció: lo que importaba era la historial familiar y no el uso de paracetamol.

El paracetamol es difícil de reemplazar

El alivio del dolor para las mujeres embarazadas es «deplorablemente insuficiente» y el paracetamol es una opción «mucho más segura» en ese periodo que prácticamente cualquier otra alternativa. «El alarmismo impedirá que las mujeres accedan a la atención adecuada durante el embarazo».

Además, destacó, «se corre el riesgo de estigmatizar a las familias que tienen hijos o hijas autistas como si ellas mismas lo hubieran provocado».

Para Siassakos, «centrarse indebidamente en el paracetamol podría impedir que las familias utilicen uno de los medicamentos más seguros para el embarazo cuando lo necesitan”.