Perspectiva Sonora por Eugenio Madero Samaniego
En la lucha diaria de un reportero por conseguir información para difundirla en los medios de comunicación, nos enteramos de diferentes situaciones y las pregonamos a la comunidad.
Sin embargo y sobre la información que les voy a comentar, debo reconocer que no la publiqué porque nunca la pude confirmar.
Pero bien vale la pena el comentario.
Creo.
Hace aproximadamente 25 años, de manera extraoficial y al cubrir un servidor la fuente policiaca, nos enteramos que debido a un intercambio de conocimientos y tecnología entre las corporaciones de Los Angeles con la entonces Policía Judicial del Estado (PJE), los gringos solicitaron el apoyo de nuestros investigadores para atrapar una banda de malandros que tenían aterrado el sur de California.
Luego de que el director general de la PJE, Manuel Emilio Hoyos papá, accediera a facilitar la colaboración de los elementos sonorenses, en cuestión de semanas resolvieron el caso y regresaron triunfantes a nuestra tierra.
Al demostrar la capacidad, la preparación y la valentía (tener huevos, dicen en mi barrio El Jito) para cumplir con este trabajo, en el interior de la corporación cundió el orgullo de ser un policía estatal con ética y vocación de servicio para proteger a los más vulnerables.
Y ejemplos ha habido muchos de elementos y comandantes que incluso han dado su vida por el trabajo.
Pero, bueno.
Tiempo después en un centro comercial de Nogales, al ser acorralado un ladrón armado que tomó como rehén a una dama que andaba de compras, un elemento que sobresalía por su puntería, entró al local con una destreza en el piso y desde allí lo abatió.
¿Y qué tienen de relevantes estos comentarios?
Que estos comentarios los hago por la vergonzosa actuación de los policías gringos de la comunidad de Uvalde, Texas, quienes pecaron de miedo (en el barrio les dicen …ulones) al no proceder cuando tenían detectado al idiota que acribilló a 19 niños y dos maestras en una escuela primaria.
Lo peor del caso -y que posteriormente dieron a conocer los medios de comunicación internacional-, es que al verse en las grabaciones a un policía leyendo o mandando mensajes desde su celular, se supo que se estuvo comunicando con una de las maestras acribilladas y que resultó era su esposa.
Es probable, pues, que la maestra le haya estado pidiendo a su marido que entrara a enfrentar al asesino y los rescatara.
Lamentablemente a este policía le ganó el miedo y prefirió hacerse tonto y se quedó viudo.
En conclusión, resulta imperdonable que desde el arribo de los policías a la escuela, hasta el momento de actuar contra el maldito homicida, tuvieron que pasar 77 minutos; lo cual de no haber sido así, seguramente se hubieran evitado más muertes.
Independientemente de que haya policías mexicanos corruptos y que se ganan el rechazo de la gente, también debemos reconocer cuando se hacen bien las cosas.
Y no elogiar a los gringos nada más por dar las contras a nuestros paisanos.
Siguiente comentario.
La presencia de Oscar Ortiz Arvayo con el grupo de periodistas de la Mesa Cancún, dejó en claro que el sindicalismo es un gremio muy activo en nuestra sociedad y que unidos podrían ejercer mucha presión para el cumplimiento de las demandas de los trabajadores ante el empresariado.
Aunque la CTM tiene la mayoría de los contratos colectivos del trabajo en las empresas de todo el estado y el país, es obvio que siguen tratando de fortalecer e incrementar a sus agremiados para no dejar crecer a la CIT y a la Catem.
Ortiz Arvayo, originario de San Pedro de la Cueva y declarado como ex obrero de la planta ensambladora Ford de Hermosillo, asumió la Secretaría General de la CTM desde octubre del 2021, sustituyendo a Aurelio Flores que a su vez entró por el ahora regidor Héctor Robles que sigue bateando arriba de .300.
Fluido en su palabra y con buenos conocimientos de la cultura general y principalmente del sindicalismo -que es su fuerte-, el líder cetemista mostró tener más tablas que otros de sus compañeros a quienes su organización los ha beneficiado con puestos importantes dentro de la política estatal; ya sean Diputaciones Plurinominales en el Congreso del Estado y de la Federación, además Regidurías en el Ayuntamiento de Hermosillo y otros municipios.
Incluyendo puestos administrativos en los diferentes niveles de gobierno.
Por lo que hemos visto en la CTM local por tantos años, creo que Ortiz Arvayo podría durar no solamente un período al frente de la organización; sino repetir tal y como lo hace Javier Villarreal en el comité estatal.
Aunque éste último no tenga tantos méritos.
Temas como el incremento al salario mínimo, el número de sus agremiados, las cotizaciones al Seguro Social, los programas colapsados de vivienda, los servicios públicos y médicos que requieren los trabajadores, los raquíticos repartos de utilidades y muchas cosas más; comentó con mucha propiedad el dirigente local ante los columnistas coordinados por el empresario Carlos Rodríguez Pérez y que en su ausencia lo suplió el veterano periodista Armando Fava.
Me llamó la atención que en base a la pregunta de un colega, evidenció su rechazo a contender o buscar vía plurinominal algún puesto público.
Porque hasta eso -y lo dice este reportero-, que resultan muy raros los cetemistas que ganan un puesto en las urnas por el voto popular.
A menos que reciban la ayuda de algún gobernante, como sucedió con Vicente Solís Granados cuando ocupó una curul en el Congreso del Estado por auspicio del ex mandatario Eduardo Bours Castelo.
Y no se diga Javier Villarreal, que en las dos ocasiones que ha sido Diputado Local, solamente ha necesitado hacer acuerdos con las cúpulas del entonces invencible PRI.
Nos vemos.