Columna: Desde el otro lado
Por Luis Rodrigo Guzmán Viniegra
A pesar de la oposición y varios miembros del partido Republicano, finalmente Donald Trump consiguió que se aprobara el “One Big Beautiful Bill”, como se le conoce al nuevo presupuesto de los Estado Unidos.
Es fundamental entender que este presupuesto tiene implicaciones profundas para las personas migrantes, especialmente aquellas en situación irregular. Entre varios de los cambios que se aprobaron, me permito destacar los siguientes:
- Se están destinando más de $170 mil millones al control migratorio, con el objetivo de deportar un millón de personas al año.
- Se contratarán más de 10 mil nuevos agentes del ICE, lo que permitirá realizar hasta tres mil arrestos diarios.
- Se ampliará la capacidad de los centros de detención, lo que podría traducirse en detenciones más largas y condiciones más estrictas.
- Se implementarán tarifas para solicitantes de asilo, lo que podría dificultar el acceso al proceso legal para personas sin recursos.
- Se refuerza la infraestructura del muro fronterizo y se incrementa la vigilancia en la frontera sur.
- Se restringen créditos fiscales y beneficios sociales para personas con estatus migratorio temporal o en proceso de ajuste.
Pero esto es solo la punta del iceberg, ya que organizaciones de derechos humanos advierten que estas medidas han generado un clima de terror en comunidades migrantes, afectando sectores como la agricultura, la construcción y la hotelería. Se teme un aumento en redadas laborales y detenciones en espacios públicos, lo que podría disuadir a muchas personas de buscar servicios médicos, educativos o legales.
Grupos defensores de migrantes han denunciado que el presupuesto prioriza la detención y deportación sobre soluciones humanitarias como el acceso a representación legal o alternativas a la detención. También se ha señalado que el presupuesto del ICE supera al de todas las agencias del Departamento de Justicia combinadas, lo que refleja un enfoque sin precedentes en el tema migratorio.
Si esto no fuera suficiente, de manera paralela continúa y se incrementa el programa de restricción y cancelación de visas. Las visas de trabajo son más restrictivas y se eliminaron múltiples profesiones que ya no podrán ingresar bajo ese modelo. Se ha realizado una cancelación focalizada de visas estudiantiles con vergonzosos casos de aprensiones incluso dentro de campus universitarios. Es un hecho que habrá mayores tiempos de espera para quienes solicitan visas de trabajo, reunificación familiar o asilo. Se han incrementado los costos de trámites como solicitudes de visa, permisos de trabajo, renovación de estatus y peticiones familiares, algo que afecta especialmente a personas de bajos recursos o familias que solicitan múltiples visas a la vez.
Ahora, para aquellos que creen que solo va a afectar a la comunidad migrante, la propia Oficina de Presupuesto del Congreso estima que este plan aumentará el déficit de los Estados Unidos en $3.3 a $5 billones de dólares en la próxima década.
Críticos argumentan que la nueva ley favorece a los más ricos y debilita la red de protección social. Con los nuevos requisitos laborales para acceder a “Medicaid”, se estima que quedarán 12 millones de personas sin cobertura médica. Esto pudiera ser el punto débil del presidente ya que una gran parte de sus votantes en zonas rurales que se encuentran en condiciones de bajo recurso se verán afectados, mientras que, en contraparte, se hacen permanentes los recortes fiscales de 2017, beneficiando principalmente a corporaciones y personas con altos ingresos.
El entorno no es alentador y todo indica que el periodo que pasará de aquí a las elecciones intermedias será un reino de terror para una gran parte de la población.
Como dato curioso y hasta patético, el nuevo presupuesto elimina impuestos y requisitos de registro para silenciadores de armas y permite que los cazadores de ballenas puedan deducir hasta $50 mil dólares por su actividad.
Hasta aquí dejo mi columna para su reflexión, agradezco su lectura y sigo leyendo sus comentarios… Desde el otro lado.
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