Hace poco más de una semana salió a la venta el libro titulado “El Rey del Cash”, escrito por la periodista Elena Chávez, quien estuvo casada por 15 años con César Yañez, colaborador cercano de López Obrador y actual funcionario de su gobierno.
El libro ha encendido un intenso debate en el país, no solo debido a lo que menciona, sino también por el lugar desde el que la autora lo narra, y la puesta en duda de la veracidad de los hechos que se presentan.
Veamos algunos de los argumentos a favor y en contra de lo que podemos encontrar en sus páginas.
¿De qué trata el libro?
A grandes rasgos, el libro expone, desde la mirada de Elena Chávez, los medios que ha utilizado el partido MORENA y más específicamente López Obrador para financiar el movimiento que encabeza.
La principal acusación que hace la autora, es que estos recursos fueron obtenidos a través de diferentes funcionarios públicos cercanos a López Obrador por medio de actos que involucran corrupción. En estas acusaciones se han visto implicadas personas cercanas al presidente, de los cuales la mayor parte sustentan cargos importantes en la administración pública en este momento.
Entre la lista de funcionarios destaca Alejandro Esquer, secretario particular del Presidente; Octavio Romero, director general de Pemex; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; y Mario Delgado, presidente nacional de MORENA.
Gran parte de los hechos que se cuentan en el libro son relatados en primera persona. Es decir con la propia autora como testigo directo. El resto de los casos, son contados desde el testimonio de terceros y pláticas no formales que la autora sostuvo, escuchó y vio, durante los años que estuvo casada con Cesar Yañez.
Argumentos en contra del Rey del Cash
Comencemos por la principal crítica que se le ha hecho a Chávez: el vínculo emocional que sostuvo con Yañez, relación por la cúal tuvo acceso a la información que en el libro asevera.
En este punto hay que tener en cuenta un par de cosas técnicas, por así decirlo. Todo lo que se escribe tiene la carga de la visión, el conocimiento y las experiencias vividas de quien escribe. Incluso, cuando hablamos de artículos o investigaciones “científicas”, que se presentan como totalmente objetivas, tienen inevitablemente, está connotación, como lo han demostrado los estudios epistemológicos, es decir, la disciplina que examina los fundamentos, y métodos que crean conocimiento.
Esto, por supuesto, no es una razón para desacreditar ningún tipo de investigación, al contrarió el “empirismo” es uno de los múltiples métodos que se utilizan en todos los campos para hacer investigación. Empero, el ejercicio crítico es indispensable para la validez de lo que se expone. Y como ya lo han dicho distintos críticos, es un elemento faltante en “El Rey del Cash”.
¿Por qué? En primer lugar está el vínculo personal entre la autora y Yañez, quien es uno de los personajes implicados en dicho libro. El problema no es que hayan sido pareja, y mucho menos se pone en duda que esa relación le haya hecho enterarse de información no oficial. Sin embargo en el libro se presentan declaraciones en las que se ve una Elena muy molesta con su expareja, lo cual le resta credibilidad y seriedad a la lectura.
En esa misma línea, un error cometido por la autora, o quizá por la propia casa editorial, es presentar el libro como un trabajo de investigación periodística, cuando lo que se lee es claramente un texto narrativo argumentativo, porque los hechos los vivió la propia autora, ó se los contaron personas cercanas.
Otro de los argumentos en contra, que, desde mi punto de vista, me parece totalmente válido, es la información irrelevante y cargada de subjetividad que se puede encontrar. El ejemplo más relevante es el capítulo dedicado a Beatriz Gutiérrez-Müller, en el que la crítica se basa en acusaciones de lo más machistas. Como por ejemplo, el tiempo que le dedica a su maternidad.
Argumentos a Favor del Rey del Cash
Sí bien con lo anterior hay bases suficientes para poner en duda la veracidad de lo que se expone en el libro, hay algunos hechos que solo son defendibles desde la ceguera y la irreflexionalidad. Comenzando por el argumento principal: ¿Cómo se financió la campaña de López Obrador y el movimiento de MORENA?
En México se ha demostrado más de una vez que las campañas electorales utilizan recursos ilegales al superar los gastos, ya exorbitantemente millonarios que asigna el INE, y por ende, sería absurdo pensar que una campaña sin la capacidad de competir contra esos recursos tuviera éxito. Esto se refuerza cuando analizamos que el movimiento encabezado por AMLO tuvo que sostenerse durante años antes de triunfar en el ámbito electoral. Hasta el momento, no existe una declaración oficial que compruebe cómo se obtuvieron estos recursos.
Además, muchas de las prácticas que señala Elena Chavéz en su libro, son bien conocidas por la opinión pública, e incluso algunas se sustentan en pruebas audiovisuales. Por ejemplo: el carrusel de depósitos orquestado por Alejandro Esquer, las grabaciones de Julio Scherer pidiéndo recursos a Julio Villareal Guajardo. Y por supuesto, también sería muy poco crítico negar las más que conocidas prácticas de “aportaciones” que se dan en todos los niveles de la administración pública.
¿La aparición de estas prácticas en el Rey del Cash, que se pueden comprobar desde otros medios, le dan cierta credibilidad al libro? Pues, sí. Todos estos hechos que han quedado sepultados entre la avalancha de impunidad de tantos casos de corrupción que se pueden contar en nuestro país, sumado a la poca transparencia con la que se han conducido los personajes mencionados, le otorgan argumentos innegablemente válidos a la tesis de la autora.
¿Qué podemos concluir del Rey del Cash?
Si bien es un trabajo que metodológicamente deja muchos huecos, nos recuerda que todavía hay muchas cosas que investigar y documentar acerca de las acusaciones de corrupción a las personas mencionadas, así como una explicación verosímil de la financiación de MORENA, y de todos los partidos políticos. Es cierto que no encontramos estás explicaciones en el libro de Elena, pero sí muchas preguntas que son de interés público y de las cuales habría que exigir las respuestas.