En mi paseo al Novillo la motivación inicial antes que ir a cabalgar o pasear por el río era ir a probar “el cochi” que mis amigos Gustavo y Judith tenían en engorda, hace varios meses, el objetivo era cubrir esta fecha tan especial (pedir por las lluvias venideras) el 24 de junio, tanto era nuestro antojo que en el camino nos pusimos a analizar los grandes beneficios que tiene el consumo de comer “cochi” durante la infancia la carne de cerdo aporta proteínas necesarias para el correcto desarrollo de los huesos, es interesante conocer la información nutricional y trazabilidad de lo que consumimos.
Al llegar al pueblo nos esperaba un delicioso plato de machaca con verduras y unos frijoles de esos que te hacen pensar en que definitivamente tienes que pedir para llevar, al centro de la mesa estaba una maravillosa panela de queso fresco donde cada uno de los comensales cortábamos el pedazo de nuestra elección. Paloma y Margarita Porchas estaban en la mesa donde platicamos de sus maravillosas anécdotas de la infancia, ellas estaban decididas a bañarse en la alberca de comisión, pero no contaban con que está no tendría agua, así que el plan B fue maravilloso, donde el mayor beneficiado con las lluvias y la sensación de frescura que todos deseábamos fue Luis, el santo esposo de Margarita, quien sentado en una cubeta al terminar la cabalgata fue el afortunado en recibir la venia del Dios Tláloc.
Ese día no probamos “el cochi” supimos que el consumo de este, también facilita la digestión y ayuda al funcionamiento normal del sistema inmune, así como el delicioso café de la sierra del NOVILLO que por su elaboración y tueste artesanal con una gran selección de granos chiapanecos hacen de verdad la combinación perfecta, el ceviche de lobina estaba listo, así como un delicioso caldo de lobina preparado por las manos mágicas de mi adorada Reyna Porchas, todo este desfile de alimentos aceleró el ímpetu de la vagancia y nos fuimos pal´ río, no probamos “el cochi” pero también supimos que la carne de cerdo es idónea para ayudar a regular la actividad hormonal gracias a su contenido en vitamina B6.
También ayuda a mantener la masa muscular y el correcto mantenimiento de los huesos, es ideal para los deportistas por su contenido proteico, además su aporte de vitaminas del grupo B ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga y sus minerales contribuyen al funcionamiento de los músculos.
¡Aquí nadie era deportista eso se nos veía en la fisionomía de lejos! Pero lo cierto es que con las indicaciones precisas de los guías hicimos alarde de nuestras habilidades ocultas y nos subimos a los kayaks y recorrimos el río, cuanta paz genera hacer actividades al aire libre y sobre todo con la panza llena y el corazón contento.
Por cierto, la carne de “cochi” es perfecta para personas con obesidad ya que aumenta la sensación de saciedad, aporta vitalidad ya que contiene altas dosis de tiamina, necesaria para poder asimilar los hidratos de carbono en el organismo, ya bien hidratados a la orilla del río conocí a Kevin y Diana, ella de profesión abogada y él de los pocos taxidermistas que existen en el país, sus trabajos son de excelente calidad, fue agradable conocerlos y tenerlos como compañía en el recorrido, el paseo estaba por acabar y lo único que sabíamos era toda la información sobre la carne de “cochi” al contrario de lo que se piensa no tiene tanta grasa. Por cada 100 gramos de carne sólo hay 2,4 gramos de grasa saturada (menos del 10% de lo que podemos ingerir al día). Las grasas que aporta son monoinsaturadas similar al del aceite de oliva.
Ya para salir del Novillo cortamos mangos de los árboles y también me compartieron una pierna enorme del “cochi” en nuestra próxima cita les platicaré que paso con los mangos, “el cochi” y el valor agregado que se le puede dar a todas las riquezas gastronómicas y culturales que tenemos en nuestro estado, de la carretera no sé qué decirles… imagine usted que va viajando por la luna.
Carmen Palacios
Titular de la Comisión de Mujeres Industriales Hermosillo