Por Sebastián Moreno


Hay abandono del Gobierno en campañas de prevención de consumo de drogas y eso provoca que los grupos criminales vean su principal negocio en la venta en colonias, generando la violencia por el control de la plaza, señaló el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Sonora y actual legislador de Movimiento Ciudadano (MC), Ernesto de Lucas Hopkins.
En reunión con integrantes de la Mesa Cancún, recordó que los grupos criminales antes se dedicaban solamente al trasiego y ahora se enfocan en la venta al menudeo como principal fuente de ingresos.
Las consecuencias son que cada vez se conocen casos “de alto impacto” con mayor ferocidad y agresividad como el ocurrido el lunes en Benjamín Hill donde colgaron a un hombre y le prendieron fuego en la plaza pública.
“Este narcotráfico se tiene que ver como una actividad económica en la sociedad y que se rige igual por la ley de oferta y demanda”, indicó.
Refirió que en el año 2006, cuando empezaron a darse los cambios hacia la entonces militarización en mandos de lo que era la Procuraduría General de la República, actualmente Fiscalía General de la República, se descuidó el apoyo a las policías locales y estatales y los organismos encargados de la prevención.
“Posteriormente a eso, la misma actividad económica de la venta de droga empieza a buscar nuevos nichos de mercado y es cuando se convierte en “narcomenudeo”, es la razón por la cual ahora los carteles se disputan las plazas, por el consumo local.
“El consumo de exportación se vino abajo como era anteriormente y empiezan a buscar nuevos productos y como la mariguana pasa por los procesos de legalización en California, en Washington, en Nevada, en Arizona, empieza a dejar de ser un mercado atractivo y es cuando los grupos evolucionan al cristal, la metanfetamina y el fentanilo”, refirió.
Al ser drogas de fácil y barata producción, hallan su nicho de consumo en el mercado local, incrementando la demanda y la diversificación de la oferta.
“Y ¿dónde ha fallado el gobierno?, primero en la aplicación de la ley y segundo, en todos los aspectos de prevención, no puedes atacar la demanda si se descuida la oferta, debe ser algo paralelo y equilibrado”, indicó.
Como sustento a su postura, cuestionó cuándo fue la última vez que las autoridades implementaron un programa oficial de lucha contra las adicciones.
“¿Cuándo fue la última campaña formal, el último esfuerzo institucional de los tres niveles de Gobierno?, y no es de una campaña publicitaria, deben ser una serie de políticas públicas que deben ir enlazadas”, expuso.
En Sonora, aseguró, no existe una sola clínica pública para atender adicciones a drogas, hay abandono en la atención a la salud mental y la salud emocional.
“Hasta del cuadro básico quitaron los medicamentos para el tratamiento de depresión y ansiedad, todo esto va generando la ola de inseguridad por la disputa que representa el narcomenudeo en los nichos locales que ya rebasó todo el poder de asombro que pudiéramos haber tenido.
“Todo recae en que no hay autoridad porque fue rebasada, se le perdió el respeto al Gobierno y a la autoridad”, señaló.