El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a defender la democracia en medio del conteo de los resultados de las elecciones intermedias que se realizaron ayer, en las que su partido ha conseguido contener una “ola roja”, el color de los republicanos, aunque todavía no hay resultados definitivos.

“La democracia no surge por accidente. Tenemos que defenderla, fortalecerla y renovarla. Tendré más que decir esta tarde, pero gracias a los trabajadores y funcionarios electorales que trabajaron hasta la noche para salvaguardar nuestro sagrado derecho al voto. Y los millones que hicieron oír su voz”, señaló en sus redes sociales.

El presidente Biden hará declaraciones a la prensa a las 16:00 horas locales en la Casa Blanca y aceptará preguntas de los periodistas.

Todos los presidentes de Estados Unidos desde el demócrata Bill Clinton (1993-2001) han dado una conferencia de prensa después de las elecciones intermedias, pero en los últimos días la Casa Blanca había rechazado aclarar si Biden se sometería a ese escrutinio público.

Según datos de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés), Biden sólo ha dado 17 ruedas de prensa desde que fue investido en enero de 2021.

En contraste, su predecesor, el republicano Donald Trump (2017-2021), dio 39 ruedas de prensa en sus cuatro años en la Casa Blanca y tanto Barack Obama (2009-2017) como George W. Bush (2001-2009) ofrecieron 37 durante los ocho años que cada uno estuvo en el poder.

Clinton dio 71 conferencias de prensa, incluyendo con líderes extranjeros y en solitario, y George H. W. Bush (1989-1993) hizo lo mismo en 61 ocasiones.

Estados Unidos celebró el martes las elecciones intermedias, como se conocen los comicios que se celebran dos años después de una elección presidencial, y los resultados fueron más reñidos de lo esperado.

Con el conteo de votos ya bastante avanzado, aún no se sabe qué partido controlará la Cámara Baja y el Senado, ahora en manos demócratas.

Una de las pocas certezas que han dejado las elecciones es que no hubo una “ola roja” republicana, tal y como apuntaban varias encuestas y analistas que hablaban de la posibilidad de que los conservadores se impusieran por amplios márgenes a los demócratas, tanto en el Senado como especialmente en la Cámara de Representantes.