Desde que se anunció en 2011 la construcción del nuevo estadio de beisbol que finalmente suplió al legendario «Héctor Espino» -para que ahora jueguen allí los Naranjeros de Hermosillo-, se empezó a manejar que llevaría el nombre de Fernando Valenzuela.

Además de que, en aquel tiempo, se manejaron también otros candidatos que han hecho historia en la mejor recreación que hemos tenido en casi 146 años en Sonora (desde que por primera vez se jugó pelota en el predio La Carreta de Guaymas en aquel lejano 3 de mayo de 1877, luego de que bajaron a tierra los navegantes que anclaron en el buque Montana).

Después de diez años de haberse inaugurado este inmueble ubicado al poniente de nuestra ciudad -pese a una protesta masiva de un grupo radical y convenenciero identificado como «Los Malnacidos» que nada más querían posiciones políticas en los gobiernos a partir de aquel 2013-, por fin y oficialmente se anunció que llevará el nombre del lanzador zurdo que brilló en las Grandes Ligas.

Confirmación que hizo en estos días el propio gobernador Alfonso Durazo Montaño, a través de sus redes sociales de internet y en sus declaraciones personales.

Recordemos que en la Serie del Caribe del 2013 -a la que nos referimos cuando Luis Miguel Vargas y Rebeca Villanueva bloquearon el boulevard Colosio por instrucciones de César «Zedillo» Romo que operaba en contra del gobierno en turno-, México ganó otro campeonato con la representación de los Yaquis de Ciudad Obregón en un partido de 18 entradas frente a República Dominicana.

Encuentro que terminó casi a las 4.00 de la mañana del día siguiente, y que fue un motivo de desvelo para una gran cantidad de sonorenses que estuvimos pegados al plasma; cuando todavía trasmitían los juegos en vivo la televisora estatal Telemax y la empresa Megacable.

Poco después de que festejamos ese angustioso título que momentáneamente opacó la polémica que también en ese entonces había por el agua de El Novillo y esas cosas de la política -como escribí líneas arriba-, empezaron a surgir versiones sobre la posibilidad de quitarle el nombre (muy genérico, a mi juicio) de Estadio Sonora; para ponerle otros que sinceramente eran mejores opciones, ya que había argumentos y trayectorias deportivas muy sólidas para ello.

Pero nada comparado con la propuesta a favor del «Toro».

Difinitivamente, como dijo Don Héctor.

Ahora que se publicó el Decreto en el cual se oficializó el homenaje en vida a Fernando Valenzuela, surgió la polémica por la letra inicial «F.» al nombre de pila del gordo de Etchoaquila.

Que si fueron las pruebas de la empresa proveedora en la «presentación» de las letras en lo alto del estadio/que si no querían ocupar más espacios en la estructura/que porque estaba muy largo el nombre del «Toro»/ y miles de situaciones…

Ahora eso, viéndolo de manera objetiva, resulta ser lo de menos.

Ya que el gobernador Alfonso Durazo aseguró que el nombre de «Estadio Fernando Valenzuela» irá completo en todas sus ubicaciones del inmueble; y así se va a quedar de por vida, realizándose la ceremonia respectiva cuando coincidan las agendas de ambos.

Lo cual es probable que, dicho reconocimiento sea durante uno de los juegos de la próxima temporada de la Liga Mexicana del Pacífico, cuando los Naranjeros estén de vuelta queriendo clasificar al playoffs y no quedar eliminados en la primera ronda -como ha sucedido recientemente-

Ahora, hay un detalle que debemos de recordar:

Entre los nombres que se mencionaron para que el nuevo estadio llevase el nombre de un personaje de mucho aprecio y cariño de los aficionados del beisbol, estaba también el de Don Héctor Espino.

¡Qué chulada y meritorio!, por supuesto.

Pero ¿qué mejor noticia?, veámoslo así, ¿que en Hermosillo tengamos los dos principales estadios deportivos con los nombres de los dos mejores peloteros de por vida en nuestro país?

Uno como bateador, Don Héctor, por supuesto.

Y el «Toro» como pitcher, claro.

Siguiente comentario.

En más de polémicas que esperemos también, tengan fecha de caducidad, se encuentran las molestias a los automovilistas en nuestras calles; debido a las reparaciones leves y profundas a las que son sometidas.

Cierto que sin necesidad de ver maquinaria pesada y cuadrillas trabajando, hasta hace poco nuestras vialidades se colapsaban por la existencia de tantos baches, ondulaciones, fugas de agua o drenaje y quiebres del concreto hidráulico.

Ahora, al menos ya sabemos que las molestias serán temporales; porque se está trabjando.

Igual que la rehabilitación que se ha hecho en algunos campos deportivos.

Entre ellos la Unidad Deportiva de El Cárcamo que oficialmente se llama Humberto Galaz Vega (+) en reconocimiento a la gran trayectoria de este impulsor y pionero de la crónica en Sonora; así como los tres campos de beisbol nombrados oficialmente Pedro «Pedrín» Flores (+), Rito De la Luz (+) y René Hurtado que todavía sigue jugando a sus 74 años de edad.

Que un servidor recuerde, al menos a los campos pertenecientes al Ayuntamiento de Hermosillo, hacía varios trienios que no recibían inversión como se ha visto ahora.

Sobre la situación del campo 3 que hasta el momento se encuentra en puro predio, no sabemos cuál será la determinación:

Si se va a construir otra vez donde mismo.

Si se va a desaparecer definitivamente.

O si se va a suplir por otro u otros.

Aunque como deportistas que somos, confiamos en que se llegue a un buen acuerdo por parte de la autoridad municipal y las ligas deportivas que allí practican beisbol toda la semana.

Lo mejor de todo esto, es que en las instalaciones deportivas de diferentes niveles de gobierno, se ven los esfuerzos para mejorarlas.

Caso concreto, la Unidad Deportiva Ley 57, el Polifuncional Ana Gabriela Guevara y muchos más que administra la Comisión del Deporte del Estado de Sonora (Codeson).

Bueno, amigos.

Por hoy es todo.

Seguimos la próxima semana.