Bien dicen que, en política, la forma es fondo, y vaya que los cánones no se equivocaron esta vez, al analizar el primer informe gobierno presentado por el estrenado gobernador Alfonso Durazo, quien fiel al estilo morenista, ha cambiado un sinfín de formas al convertir este acto protocolario en una herramienta de comunicación para estar más en contacto con sus gobernados.
Este primer informe de gobierno contó con algunos anuncios importantes para el estado como la afirmación de contar por primera vez con el presupuesto social más grande en la historia del estado, lo que sin duda, habrá de resarcir una deuda que se viene arrastrando por décadas con familias enteras que, ante el avance intempestivo del progreso, se han ido quedando rezagados. Asimismo, el anuncio de ahorros que alcanzan la cifra de 130 millones de pesos derivado de mejoras en el proceso administrativo.
Sin embargo, este acto protocolario por momentos parecía asemejarse más a un evento de arranque de campaña que a un informe de gobierno. Lo anterior debido a que, como bien comentábamos al principio, la mayoría de las afirmaciones pronunciadas por el gobernador contenían en su interior promesas de campaña fraseadas en futuro sobre la construcción y llegada de grandes obras al estado, tal como si las riendas del poder estuvieran en manos aún de sus opositores y el primer año que recién acaba de culminar su gobierno en la entidad, hubiese pasado desapercibido.
De igual manera, las formas morenistas se hicieron sentir en la entidad con la llegada nuevamente del gobernador al Auditorio Cívico del Estado, donde fieles a su linaje nos hicieron recordar las ceremonias del viejo sistema donde la división de poderes quedaban a un lado y el respeto a la autoridad era sustituido por adulaciones exacerbadas al líder en turno con el tradicional besamanos seguido de un larguísimo discurso de lo que supuestamente se hará, para terminar con la fotografía del recuerdo, antes para medios impresos, ahora para las redes sociales bajo la famosa fórmula de la “selfie”.
Si ofrecemos, cumplimos, fue el slogan utilizado por este gobierno para titular lo que sería su primer informe de labores; muy apegado a la realidad porque, mientras en la capital del estado practicamente todas las autoridades de la entidad se reunían a rendir pleitesía al jefe máximo, los distintos rincones del estado ardían en llamas con conatos de violencia e inseguridad en San Luis Río Colorado, Guaymas, Empalme, Rosario Tesopaco y Cajeme, sin que hasta el momento autoridad alguna haya salido a dar la cara por los cientos de ciudadanos que, ante la falta de resultados han tenido que huir de la inseguridad o, acostumbrarse a vivir entre pólvora y balas.
Antes como antes y, ahora como ahora, 365 días pudiesen parecer muchos o pocos, según la óptica de cada lector, esperemos que las promesas de transformación para el estado vertidas durante este tiempo maduren en los meses por delante en respuestas y resultados concretos para una sociedad sonorense que ya no siente lo duro sino lo tupido de la difícil situación económica por la que atraviesan miles de familias a lo largo y ancho del territorio estatal, aunado a problemáticas como la inseguridad, entre otras, por lo que, esperemos al gobernador le vaya bien para poder cumplir con las altas expectativas con las que cuenta su gobierno.