Desde el otro lado
Por Luis Rodrigo Guzmán Viniegra
Ya han pasado algunos días desde las elecciones con resultados que superaron todos los pronósticos. Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos con una abrumadora ventaja, tanto en los votos del colegio electoral, como en el voto popular, algo que no es común entre los presidentes de origen Republicano. Queda claro que, el generalizado rechazo al gobierno de Joe Biden y la falta de claridad al presentar sus propuestas por parte de Kamala Harris fueron claves para este desenlace.
Ahora viene la parte importante, empezar a vislumbrar lo que nos espera con éste nuevo gobierno y qué puede esperar México con ello. Las respuestas no son sencillas; ya empezamos a ver desde la semana pasada el proceso de reconfiguración del entorno global. Trump declaró que va a retirar el apoyo a Ucrania y esto, sin duda, va a fortalecer a Rusia, pero sobre todo la figura de Bladimir Putin. Por su parte, Israel también ha endurecido su postura en contra de Hamás y la Yihad Islámica Palestina sabiendo que Trump le será incondicional.
México, desde la Cancillería y la Secretaría de Economía, ya debería estar desarrollando un plan de trabajo que permita mantener la relación comercial como se tiene hasta ahora, porque Trump fue tajante al declarar que usará los aranceles para regresar una parte del trabajo de manufactura a los Estados Unidos. Fue claro también, al señalar que no está de acuerdo con la entrada de tantas armadoras chinas a la República Mexicana y tomaría acciones al respecto, limitando la entrada a la Unión Americana de cualquier producto que tenga el mínimo de componentes elaborados a partir de esa relación comercial.
En la parte migratoria, si bien no es posible que se den las deportaciones masivas que ofreció el presidente en campaña, está claro que sí se va a dar un incremento significativo, y dado que México firmó un acuerdo como “tercer país seguro” debemos esperar que se deporte gente de muchos otros países y no solamente mexicanos, algo que podría generar una crisis importante, principalmente en ciudades fronterizas. Las primeras figuras que ha nombrado Trump para puestos claves son políticos con ideologías de extrema derecha que no van a tener ningún empacho en aplicar este tipo de acciones.
Finalmente, tendremos que estar observando un incremento a la lucha contra los cárteles en México, porque si no es posible demostrarle a Trump que se están tomando acciones contundentes, existe la posibilidad, como ya lo declaró, que identifique a los cárteles como grupos terroristas, lo que le permitiría dentro de la política estadounidense intervenciones militares aisladas. Más allá del problema soberano, es algo que no es ni deseable, ni conveniente por las implicaciones de inestabilidad que podría generar en varios sectores del país.
Ahora toca esperar y seguir al tanto de lo que venga. Como siempre, agradezco su lectura y comentarios, yo los sigo leyendo… desde el otro lado.
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