Visión Juvenil
Por Manuel Borbón
Al momento en que se escriben estas líneas un par de procesos sumamente relevantes, al menos políticamente hablando, están ocurriendo en nuestro país, por una parte, Morena, Partido del Trabajo y, Partido Verde, se encuentran celebrando la victoria por la consolidación de la Reforma al Poder Judicial, luego de que, la última barrera que tenía que cruzar la propuesta que muchos han catalogado como la madre de todas las reformas por las implicaciones y profundidad de los cambios planteados en ella, ha sido superada, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes avalaron la reforma y, hoy, podemos decir es un hecho a suceder. Por su parte, el Partido Acción Nacional se encuentra viviendo su proceso de renovación nacional luego de que, los resultados electorales no les favorecieron nuevamente, un par de candidatos, Adriana Dávila y Jorge Romero, se encuentran disputando al partido blanquiazul.
Comencemos por analizar el primero de los casos, la Reforma al Poder Judicial comenzó como una de las últimas propuestas de Reforma del ex presidente López Obrador, empero, es preciso recordar cómo nace dicha propuesta, ya que, a mediados del sexenio, la Suprema Corte comenzó una batalla legal contra la administración pasada en la que, la mayoría de las propuestas y reformas planteadas por el ejecutivo eran “bateadas” por la Corte en búsqueda de generar contrapesos no existentes en el poder legislativo, lo que provocó, junto con muchos otros temas, la creación de dicha reforma, la cual, es preciso reconocer que, a lo largo de toda la campaña presidencial del año en curso, tanto la entonces candidata Claudia Sheinbaum, como los candidatos a senadores y diputados federales, hicieron mención dentro de sus propuestas principales de lo que se conoció como “Plan C” el cual no era otra cosa más que lograr las mayorías necesarias dentro del legislativo para llevar a cabo una serie de cambios y reformas dentro de la que se encontraba la afamada Reforma al Poder Judicial, a lo cual, hoy podemos asegurar que es un hecho gracias a la extensa mayoría otorgada por la población al bloque conformado por Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, sin dejar por un lado que, para que esto fuera una realidad, también es importante poner en la palestra que, parte de la responsabilidad la llevan consigo también los partidos de oposición, los cuales, no han sabido corresponder a un sector de la población que esta en contra de dichos cambios, los cuales se encuentran prácticamente sin representación debido a que, tanto en la Cámara de Diputados, como en la Cámara de Senadores y los Congresos Locales, un sinfín de parlamentarios de la oposición terminaron por aprobar y apoyar la reforma, lo que nos habla de una profunda crisis en el sistema de partidos mexicano.
El punto anterior nos lleva al siguiente caso, la renovación del partido blanquiazul, donde en poco más de mil centros de votación los panistas elegirán a su nueva dirigencia, en la que tendrán que decidir por un par de candidatos, después de la salida de Damián Zepeda de la contienda quien buscaba una elección abierta a la ciudadanía en la que pudieran participar no solo sus militantes, sino también, cualquier ciudadano que no esté de acuerdo con el bloque oficialista, las dos opciones son, Jorge Romero y Adriana Dávila, quienes disputaron una contienda que prácticamente fue de un solo lado para dar paso hacia la nueva generación del partido azul, por lo que, esperamos en los próximos meses ver la nueva cara de dicho partido que, a pesar de la derrota pasada, se consolidó como el partido de oposición mejor posicionado para hacer frente a Morena y, captar los votos de quienes no están conformes con su régimen.
Como podemos ver, la política en México llegó para quedarse, lejos estamos de las próximas elecciones, y algo bueno que podemos rescatar de todo esto es que, a pesar de la apatía, la politización de la ciudadanía va en aumento y, la información referente a la política además de estar presente en las redes sociales ha comenzado a ser un tema de sobremesa en las casas mexicanas.
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