Visión Juvenil
Por: Manuel Borbón
En la recta final de una de las campañas políticas más largas de la historia reciente de nuestro país, no solo por los tiempos legales, sino también, por el largo periodo de proselitismo anticipado, el cual, dió inicio prácticamente después de culminar las elecciones intermedias de 2021, lo que obligará a los próximos legisladores a tomar cartas en el asunto para legislar entorno a una nueva reforma política que vaya más acorde a las necesidades actuales de la ciudadanía, empero eso será tema para otra columna.
Las campañas que están por terminar se caracterizaron por su parsimonia y pocas propuestas, es decir, lo parco de las campañas en las que, salvo contadas excepciones, transcurrieron sin novedad, dando paso al fenómeno conocido como “Calcificación electoral”, lo que no es otra cosa más que la polarización del electorado, el cual, debido al alto encono entre distintos polos de la sociedad, mantiene sus preferencias definidas con mucho tiempo de antelación, mismas que son difíciles de mover en tiempos de electorales con toda su parafernalia, llámese a estas propaganda, propuestas, ataques, los cuales, terminan por convertirse en balas de salva que no impactan de manera significativa en las preferencias electorales.
Comenzando por el caso federal, la contienda entre la candidata que se mantuvo como puntera de inicio a fin, Claudia Sheinbaum, y su más cercana competidora, Xóchitl Gálvez, se mantuvo en un ambiente similar desde el comienzo oficial de la contienda según ejercicios realizados por empresas como Oraculus y Polls.mx, las cuales realizaron ejercicios estadísticos de muestreos en los que consideraron prácticamente a todas las encuestadoras de prestigio y metodología probada, resultando en números sumamente similares posicionando a la candidata de Morena en valores superiores al 50%, mientras que en el caso de la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, se encontró alrededor del 30% en toda la contienda electoral, mientras que el candidato Jorge Álvarez logró remontar algunos puntos para cerrar con 15% de las preferencias según ambos ejercicios estadísticos. Es por lo anterior que, la calcificación de las preferencias se hizo presente, no importando para gran cosa los ataques e intentos por cambiar los resultados.
En el caso local, de las ciudades conocidas como “grandes” de la entidad, solo en los casos de Hermosillo y Nogales se cuenta con contiendas acaloradas y apasionadas por el alcanzar la victoria, lo cual, se ve reflejado en las campañas políticas en el resto del estado que se han convertido en un verdadero reflejo del sentimiento generalizado de apatía entre la mayoría de la población sonorense, quienes a estas alturas del partido lo que quieren es que esto se termine para conocer quiénes serán sus representantes.
En estos últimos días dependerá de los ciudadanos el no hacer caso al ruido electoral y tomar la decisión del futuro que tendremos dentro de los próximos seis años con una participación informada y responsable.
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