El incendio que consumió como un fósforo un edificio residencial de la ciudad española de Valencia dejó al menos diez muertos, según un nuevo balance proporcionado este viernes por las autoridades, que siguen buscando víctimas.

El anterior balance del siniestro ocurrido el jueves, uno de los más graves de los últimos años en España, era de cuatro fallecidos.

«Podemos confirmar que, en una primera inspección, la policía científica ha determinado 10 cuerpos, 10 víctimas mortales», informó a la prensa Pilar Bernabé, delegada del gobierno en la región.

La confusión reinaba, sin embargo, sobre la cantidad de personas que podían seguir desaparecidas.

«No podemos descartar» que haya más fallecidos, «porque va a haber más inspecciones», agregó Bernabé.

Poco antes del mediodía varios bomberos equipados con trajes de protección pudieron acceder finalmente al interior de este edificio de catorce plantas completamente calcinado.

Las temperaturas extremas que alcanzó esta construcción ubicada en el barrio de Campanar habían impedido a los servicios de emergencia poder entrar antes, y tuvieron que trabajar desde el exterior.

Slava Honcharenko, una ucraniana de 31 años, dijo conocer a varias familias de compatriotas que vivían en el edificio y que se instalaron en un hotel desde el jueves por la tarde.

«Estamos muy mal, sabemos lo que es perder la casa porque lo vivimos hace dos años en Ucrania», dijo a la AFP, no lejos de la edificación calcinada, de la que todavía emergen columnas de humo.

Tras las violentas llamas iniciadas hacia las 17H30 horas (16H30 GMT) del jueves, esta construcción compuesta por dos bloques contiguos amaneció el viernes como un enorme esqueleto ennegrecido.

El presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, dijo a los periodistas que quince personas fueron atendidas con lesiones de diversa consideración, entre ellas siete bomberos, pero sus vidas no corren peligro.

El fuego engulló casi por completo el edificio y lo hizo muy rápidamente, dejando imágenes impactantes.

Fue «horroroso», relató a la AFP Vicente Ferrer, un jubilado de 72 años, que dijo que «las Fallas no arden tan a prisa como ardió el edificio», en referencia a las grandes figuras de cartón, papel y poliestireno que cada marzo se queman en Valencia por la festividad de San José, atrayendo a un millón de personas a la tercera ciudad de España.

Ardió «como si hubieran echado gasolina», abundó Sergio Pérez, un chófer de 49 años.

Desplazado al lugar del siniestro, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su «solidaridad» y «empatía a los familiares» de las víctimas.

Ante la rápida expansión de las llamas por este edificio, construido hace una quincena de años, varios expertos cuestionaron la posible influencia de un material aislante instalado en la fachada, como ocurrió en la tragedia de la torre Grenfell de Londres en junio de 2017, en la que fallecieron 72 personas.

La alcaldía de Valencia dijo que pondrá a disposición de las víctimas 131 apartamentos en un edificio que acaba de adquirir.

El partido de la Liga de fútbol entre el Valencia y el Granada, previsto el sábado, fue también aplazado.

En octubre de 2023, un incendio en unas discotecas de la vecina región de Murcia dejó trece muertos, en un siniestro por el que seis personas están imputadas.