Reyes Rodríguez Mondragón anunció la mañana de este lunes su decisión de no renunciar a su cargo de magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Sobre su renuncia a la presidencia del máximo órgano electoral del país, como lo exigen tres de las cinco magistraturas, dijo que será el pleno de la Sala Superior quien determinará.
En una carta publicada en la red social X advirtió que convocará al pleno del TEPJF (sin especificar fecha y hora) para reanudar la sesión pública del pasado 7 de diciembre.
En este mismo documento dijo que, con la presencia de las cinco magistraturas, pondrá a consideración de sus pares su permanencia en la presidencia del TEPJF.
Rodríguez Mondragón se dijo seguro de que la construcción de una solución colegiada es la mejor salida para resolver las diferencias al interior del TEPJF.
“Apoyado en mi convicción democrática, privilegiando el diálogo auténtico que busca construir acuerdos para superar las diferencias y con respeto irrestricto a la Constitución, deseo anunciar mi decisión de no renunciar a mi cargo como magistrado electoral de la Sala Superior, el cual me fue conferido por la el Senado de la República desde 2016 (y concluye en octubre de 2024).
Recordó que en los últimos días ha seguido con atención las manifestaciones de la sociedad civil en diversos medios.
Dijo que estas expresiones le han refrendado la importancia de la participación ciudadana para generar un contexto de exigencia que eleva la responsabilidad institucional de todas y todos los servidores públicos.
Agregó que como titular del máximo órgano jurisdiccional en materia electoral del país, es su propósito seguir fomentando un intercambio de ideas que permita construir los consensos necesarios para superar todas las diferencias.
“Creo firmemente que debemos continuar en esa ruta donde la mejor manera de abordar las diferencias sea resolviéndolas, conjuntamente, con rigor legal y de manera directa, de cara a la sociedad”.
Reiteró que cada magistrada y cada magistrado tienen un altísimo deber con la institución, con el país y con la democracia. “La ciudadanía espera legítimamente, que estemos a la altura de las circunstancias para cumplir con nuestra encomienda”, concluyó.
El lunes 4 de diciembre pasado, la magistrada Mónica Soto y los magistrados Felipe de la Mata y Felipe Fuentes se ausentaron del informe que Rodríguez Mondragón rindió, como presidente del TEPJF, ante el pleno de la Suprema Corte.
Ese hecho puso al descubierto una crisis al interior del TEPJF, institución responsable de calificar la elección de 2024, la más grande en la historia del país, pues en ella se eligieron más de 20 mil cargos, entre ellos a la persona titular del Ejecutivo federal.
La y los magistrados disidentes acusan pérdida de confianza en el presidente Rodríguez Mondragón por el manejo administrativo que le está dando al Tribunal.
En contraste, Rodríguez Mondragón reveló que la inconformidad que le han planteado sus pares está relacionada con la política de austeridad que se implementó en el tribunal y que implica quitar a las magistraturas ciertos beneficios económicos, como disposición de vehículos oficiales, viajes en clase VIP, y bonos para gastos como caseta de peaje, gasolina y alimentación.
Dijo también que se le planteó la inquietud de repartir las direcciones generales que estaban al cargo de dos magistratura más que concluyeron su encargo en octubre pasado.
La única magistrada que apoya a Rodríguez Mondragón es Janine Otálora Malassis.