El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el miércoles que no podía negar que el mundo se enfrenta a una crisis climática, después de que el huracán “Idalia” arrasara la región de Big Bend, en Florida, y obligara a evacuar a millones de residentes.

“Creo que ya nadie puede negar el impacto de la crisis climática“, dijo Biden a los periodistas en la Casa Blanca. “Basta con mirar a nuestro alrededor. Inundaciones históricas. Quiero decir, inundaciones históricas. Sequías más intensas, calor extremo, importantes incendios forestales han causado daños significativos”.

Biden convirtió la lucha contra el cambio climático en un objetivo clave de su presidencia, fijando la meta de reducir a la mitad las emisiones estadounidenses para 2030 en relación con los niveles de 2005, y estableciendo cientos de miles de millones de dólares en créditos fiscales para promover los vehículos eléctricos.

Algunos legisladores republicanos, entre ellos el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que aspira a ganar la nominación presidencial republicana, siguen oponiéndose a una serie de medidas destinadas a frenar las emisiones.

DeSantis promulgó en mayo una amplia ley que prohíbe a los funcionarios estatales invertir dinero público para promover objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza y que limita la venta de bonos ESG.

El candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy señaló de engaño la agenda climática durante el debate republicano de la semana pasada.

La administradora de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, se negó el miércoles a culpar del cambio climático a la tormenta, pero dijo que su agencia estaba observando un fuerte aumento en el número de fenómenos meteorológicos graves.

El martes, dijo a los periodistas que las tormentas extremas formaban parte de la nueva normalidad a la que se enfrentan los estadounidenses, y añadió que las inversiones en resiliencia y mitigación eran fundamentales para prepararse ante futuras tormentas.